El Bafici sopló sus primeras 18 velas el año pasado. Hasta allí llegó después de atravesar todos los cimbronazos del siglo XXI, en lo que fue una nueva reafirmación (por si hiciera falta otra) del lugar fundamental que el festival supo ganarse en agenda cultural porteña. Cultural y también política, tal como demostraron las manifestaciones contra el por entonces Ministro de Cultura de la Ciudad Darío Lopérfido, quien finalmente terminaría dejando el cargo el 6 de julio. Ahora esa misma agenda tiene marcada la delicada situación institucional del Incaa debido a la renuncia del que hasta hace una semana fuera su presidente, Alejandro Cacetta. ¿El Bafici, que arranca hoy y culminará el domingo 30, servirá de caja de resonancia de la preocupación que existe en el sector por la potencial desfinanciación del Fondo de Fomento que nutre a prácticamente todas las producciones nacionales? Todo indica que sí: en la Asamblea multisectorial del lunes en la puerta del Instituto se hizo una convocatoria para esta  misma tarde a las 19 en la puerta del Espacio Incaa Km.0 Gaumont, donde a esa hora está pautada la función de apertura. Mientras tanto, el panorama en la pantalla es mucho más venturoso, con doce días que prometen, como siempre para estas fechas desde 1999, una vuelta al mundo en 400 películas.

La edición 2017 –segunda bajo la dirección artística del crítico y periodista Javier Porta Fouz– volverá a tener un voluminoso caudal de títulos provenientes de todo el mundo, cien de ellos en carácter de premiére internacional. La estructura operativa y logística será similar a la de los últimos cinco años, con el epicentro de proyecciones en el Village Recoleta, el de las actividades paralelas en el Centro Cultural Recoleta, y un buena cantidad de salas por fuera de la zona más patricia de la ciudad, entre las que se destacan las del Cultural San Martín, Malba, Fundación Proa, Artemultiplex Belgrano, Village Caballito y el ya mencionado Espacio Incaa Km.0 Gaumont (la Lugones sigue brillando por su ausencia). La sala más grande del complejo del barrio de Congreso, incorporada al Bafici el año pasado, albergará esta noche la proyección de Casting, de Nicolas Wackerbarth. Las entradas generales costarán 45 pesos, y 30 para estudiantes, jubilados y todas las funciones de Baficito, Rescates, Focos y Homenajes.

Un invitado y cien películas

Tampoco habrá cambios significativos en la distribución artística, que mantendrá como pilares fundamentales las cuatro competencias “clásicas” (Internacional, Argentina, Cortos nacionales y Vanguardia y género) y las dos sumadas el año pasado (Derechos humanos y Latinoamericana), además de un buen número de secciones paralelas (Panorama, Rescates, Focos y Homenajes, Baficito) que abarcan tanto el presente como el pasado del cine. Y también el pasado del propio festival, que como cualquier criatura de casi dos décadas ya empieza a tener un buen baúl de recuerdos. Uno de los más atesorables corresponde a la primera edición y es la retrospectiva con los nueve largometrajes que hasta ese momento había filmado Nanni Moretti, imágenes que volverán a la cabeza de más de un cinéfilo ante una nueva oportunidad de toparse con un foco sobre el director italiano, ahora con el plus de que algunas de las funciones serán presentadas por…¡Nanni Moretti! Sí, el responsable de Aprile, Palombella rossa y La habitación del hijo visitará por primera vez la Argentina para acompañar una retrospectiva compuesta por todos sus largometrajes y una buena porción de sus cortos, estos últimos en su mayoría inéditos aquí. El combo se completa con la publicación del libro Ecce Nanni: El testigo crítico, que incluye entrevistas, textos y análisis de sus trabajos, y una charla abierta pautada para este jueves a las 19.45 en el Village Recoleta.

La oferta audiovisual será, como siempre, variada, enorme, prácticamente inabarcable. En ese contexto, un centenar de películas nacionales distribuidas a lo largo y ancho del catálogo son testimonio fiel de la importancia del Bafici para el cine local y viceversa. La Argentina aportará dos de los veinte títulos de la Competencia Internacional. O “dos y medio”, dado que El candidato, segunda incursión en la realización del actor Daniel Hendler, es una coproducción con Uruguay. En ambos casos se trata de óperas primas, en sintonía con un apartado que, menos por azar que por voluntad de sus programadores, presentará un total de doce largometrajes debut. El de Clarisa Navas se llama Hoy partido a las tres y gira alrededor de un equipo de fútbol femenino de una pequeña localidad correntina, y el de Ignacio Ceroi, Una aventura simple, es sobre un particular hallazgo arqueológico y las consecuencias en uno de los descubridores. 

La Competencia Nacional será la plataforma de despegue para varios exponentes de la producción más novedosa. La de esta edición tendrá quince títulos, uno menos que en 2016. El grupo se balancea entre nombres ya instalados y otros que llegan aquí con sus primeras o segundas películas. Entre los experimentados está el hiperactivo José Celestino Campusano, que sigue filmando a un ritmo de dos películas por año. La primera de este 2017 se llama Cícero impune y tiene la particularidad de marcar un regreso al cine más despojado de Vil romance y Vikingo, aunque trasladándolo a un pequeño pueblo de Brasil. Otros que vuelven son Rodrigo Moreno (Un mundo misterioso, Réimon) y Alejo Moguillansky (Castro, El escarabajo de oro), quienes presentarán Una ciudad de provincia y La vendedora de fósforos, respectivamente. 

El otro lote incluye varios films con exhibiciones internacionales a cuestas. Tal es el caso de Fin de semana, debut del cordobés Moroco Colman y con proyecciones previas en San Sebastián; Los territorios, de Iván Granovsky, y Otra madre, de Mariano Luque (Salsipuedes), que vienen de presentarse en Rotterdam un par de meses atrás, más Una hermana, ópera prima de Sofía Brockenshire y Verena Kuri, exhibida en Venecia. Sin recorrido pero con buenos antecedentes previos de sus responsables parten Vergel, de Kris Niklison (Dilentante) y Casa Coraggio, de Baltazar Tokman (Planetario, I am MAD). Listas para ser descubiertas aguardan Las cinéphilas, de María Álvarez; Hora - día - mes, de Diego Bliffeld; El espanto, de Martín Benchimol y Pablo Aparo; Cetáceos, de Florencia Percia, y Orione, de Toia Bonino. Por su parte, la Competencia Latinoamericana tendrá ocho contendientes, dos con la bandera celeste y blanca en los créditos: Un suelo lejano, de Gabriel Muro, y La película de Manuel, de Lucas Damino y Sebastián Menegaz. En Vanguardia y género serán tres: Toublanc, de Iván Fund; Ojalá vivas tiempos interesantes, de Santiago Van Dam, y Adiós entusiasmo, de Vladimir Durán.

Habrá más, mucho más cine argentino por fuera de las secciones oficiales. Como por ejemplo el estreno mundial de Cínicos, el último trabajo del prolífico y cada película más experimental Raúl Perrone, quien ahora “decide arriesgarse aún más y se lanza a una fábula lumpen, a la historia en blanco y negro de una humanidad encerrada, devastada y agobiada por su involución”, según se lee en el catálogo. Todo sobre el asado, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, ya tuvo un par de pasadas previas en San Sebastián, y ahora hará su debut de local. El último trabajo los directores de El ciudadano ilustre es una aproximación a la identidad argentina leída a través del popular corte vacuno. Y si se habla de identidad argentina, qué decir de Cemento. La historia de la catedral del rock nacional de los ‘80 y ‘90 es el centro del documental Cemento, que tendrá una proyección especial (y gratuita) en el edificio donde funcionó aquel espacio. Será el miércoles 26 a las 20, y las entradas se entregarán desde las 10 de la mañana de ese día en el Village Recoleta. 

Autores, punks y Schwarzenegger

Dividido en subcategorías desde sus comienzos, englobado durante la gestión Panozzo y nuevamente compartimentado desde la asunción de Porta Fouz, la sección Panorama pica bien alto en la consideración de la grey cinéfila. Sobre todo el apartado Trayectorias, que suele albergar los últimos trabajos de cineastas de renombre. En la edición 2017 estarán, entre otros, el ucraniano Sergei Loznitsa con su documental Austerlitz, rodado en el campo de concentración de Sachsenhausen, uno de los primeros construidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Un paréntesis: a los interesados en el tema se les recomienda prestar atención a Night Will Fall, que se exhibe este sábado en Fundación Proa y reconstruye los avatares de la frustrada producción británica German Concentration Camps Factual Survey, en la que participó tangencialmente Alfred Hitchcock.

Los nombres familiares para los baficianos puros abundan en Trayectorias. Empezando por Hong Sang-soo, que sigue filmando a un ritmo arrollador y ahora estará no con uno sino con dos trabajos. Uno es On the Beach at Night Alone, que el crítico y periodista Diego Lerer califica en el catálogo como “la película más franca, directa y personal de Hong”, y el otro, Yourself and Yours, tiene como centro narrativo a un hombre que, después de discutir con su pareja, sale a buscarla sin suerte. El israelí Nadav Lapid ganó la Competencia Internacional de 2012 con Policeman, y el año pasado hizo el mediometraje From the Diary of a Wedding Photographer. Marco Bellocchio y Jia Zhang-ke son otros que han filmado trabajos de corta duración en estos últimos meses. El del primero es Pagliacci, un ensayo de una obra basada en la ópera homónima y de apenas 18 minutos de duración, mientras que del responsable de Platform se verá un corto producido por el Festival de Hong Kong bautizado The Hedonists. La nómina de realizadores también incluye a, entre otros, Albert Serra (La mort de Louis Xiv), Wim Wenders (Les beaux jours D’aranjuez), Cristi Puiu (Sieranevada), Kelly Reichardt (Certain Women), Aki Kaurismäki (The Other Side Of Hope) y Walter Hill (The Assignment).

Los focos y homenajes son dos sanas costumbres del Festival. Entre los de este año se destaca Britannia lado B: 40 años de punk. No es casual que se dé justo en 2017, exactamente cuatro décadas después del lanzamiento de Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols, disco seminal de un movimiento que está lejos de extinguirse. Serán una decena de títulos, con varios clásicos (Sid & Nancy, de Alex Cox; Jubilee, de Derek Jarman) y otros de carácter inédito en la Argentina, entre ellos Two Sevens Clash (Dread Meets Punk Rockers), del director, DJ y músico Don Letts, otra de las visitas importantes de este año. El francés Stéphane Brizé también dirá presente para acompañar un pequeño foco con tres de sus películas, entre ellas la última, Une vie. Lo mismo hará Alex Ross Perry, uno de los cuerpos celestes más luminosos de la galaxia del indie norteamericano, quien será objeto de una retrospectiva con los cinco largometrajes que componen su filmografía. Otra costumbre son los clásicos en copias restauradas agrupados en la sección Rescates. Este año le toca a films tan distintos como El gran silencio, de Sergio Corbucci, catalogado por muchos como uno de los mejores spaghetti western de los ‘60, y Terminator 2: el juicio final. Un síntoma de que el Bafici tiene material como para satisfacer a todos, incluso a los fanáticos de Schwarzenegger.

* Grilla de programación y catálogo disponibles en http://festivales.buenosaires.gob.ar/2017/bafici/