El Consejo de la Conmebol, que integran los presidentes de los diez países sudamericanos que la conforman, se reunirán el próximo viernes con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para solicitarle su intervención ante la posibilidad de que, especialmente los clubes de Inglaterra y Alemania, no cedan a sus futbolistas para la doble fecha de Eliminatorias Mundialistas de fin de mes, por la pandemia de coronavirus.

La segunda ola de contagios que recorre suelo europeo encendió las alarmas en la mayoría de los países del continente y consecuentemente con ello los gobiernos de Inglaterra y Alemania proponen que aquellas personas que salgan al exterior, cumplan al regreso cuarentenas de 10 días.

De ser así para los futbolistas que juegan en clubes de esos países, los mismos no cederían a los futbolistas convocados, porque cuando retornen no podrán utilizarlos por ese lapso tan prolongado. "En momentos como éstos, no se puede complacer a todos. La prioridad debe ser para quién paga el salario de los jugadores", afirmó este miércoles Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, que dio a entender que su club no cederá a sus jugadores brasileños -Alisson, Fabinho y Firmino- ya que Reino Unido exige que las personas que llegan de Brasil cumplan una cuarentena estricta. 

Ante esta posibilidad, Conmebol, que en la reunión estará representada por su presidente, el paraguayo Alejandro Domínguez, quiere que Infantino, que participará de ese encuentro virtual del viernes junto a Mathias Grafstrom, el encargado de FIFA en coordinar justamente la cesión de futbolistas a las selecciones de todo el mundo, le garantice la liberación de los jugadores, algo que, en los casos mencionados, podría solucionarse con una burbuja sanitaria que abarque la partida y la llegada.

Es que si esto no sucede, en la cabeza de los dirigentes hasta ronda la idea de postergar esta ventana de Eliminatorias para después de la Copa América, cuya organización compartirán Argentina y Colombia entre el 11 de junio y el 11 de julio próximos.

Incluso, los problemas también están entre las propias federaciones sudamericanas, que deben asegurar las selecciones rivales puedan ingresar y salir de sus respectivos países. En las últimas horas el gobierno de Chile debió acceder a realizar un protocolo similar al mencionado para recibir partidos internacionales, luego del escándalo suscitado en la final de la pasada Copa Sudamericana entre Defensa y Justicia y el local Coquimbo Unido, que terminó con tres jugadores del club de Florencio Varela varados en Santiago por cuatro días y con el encuentro postergado y trasladado a Asunción.