El juez federal de revisión Alejandro Augusto Castellanos, de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, dio por formalizada la acusación contra Oscar Ramón Luna, por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y género, en grado de tentativa” porque el 17 de enero del año pasado atacó a su pareja durante una visita íntima en el Complejo Penitenciario Federal NOA III, donde se encuentra detenido en una causa por transporte de estupefacientes. 

De acuerdo al sistema acusatorio, el juez dirigió el debate entre la fiscalía, la defensa y la querella que impulsa la ex pareja respecto a las pruebas que serán presentadas en el juicio, tras lo cual cerró la etapa de investigación preparatoria e intermedia, y dispuso que el caso avance al tribunal oral federal, en la etapa del juicio.

El fiscal federal Ricardo Toranzos recordó que en la visita de su pareja, Luna le hizo un corte en el cuello. La mujer pidió ayuda a los gritos mientras resistía el ataque. El agente Eduardo Acosta intervino de inmediato y con ayuda de otros guardias, Luna fue reducido y su pareja fue auxiliada y trasladada al hospital de la ciudad de General Güemes, donde se estableció que tenía una herida profunda, por la que debieron hacerle 7 puntos.

Toranzos sostuvo que Luna siguió un plan que tenía como fin darle muerte a su pareja, ya que se sentía traicionado por ella. Detalló que el detenido no sólo planificó cómo esconder el cuchillo que usó en el ataque, sino que también dejó tres cartas dirigidas a la justicia, a su suegra y a su propia hija (que es también hija de la agredida), en las cuales expuso los motivos y pidió por el cuidado de la niña.

Incluso, señaló que su intención era matar a su pareja y quitarse la vida. Agregó el fiscal que “en su planificación, Luna se encargó de mandarle dinero a su pareja para que lo visitara en la cárcel y asegurarse la presencia de su víctima”.

En una visita anterior Luna discutió con su pareja, al parecer, porque se sentía traicionado. Para el fiscal, en su plan homicida, contó a su favor con las medidas de seguridad aplicadas en las visitas privadas. “La puerta de la habitación sólo tiene manija externa, con lo cual la víctima no tenía la posibilidad de escapar; no obstante, tuvo la fortuna de ser rescatada por el guardia que actuó de inmediato al escuchar sus gritos”, expresó Toranzos, quien resaltó la “imposibilidad de escapar” que tienen las mujeres una vez que ingresan a ese tipo de visita.

Por otra parte, el fiscal también resaltó que Luna estaba bajo tratamiento psiquiátrico con medicación suministrada, pues se le había diagnosticado una patología de “celopatía”. Tras destacar que se trató de un hecho de violencia de género, lo acusó por el delito de homicidio agravado por el vínculo y violencia de género, en grado de tentativa, y solicitó la posible pena de 11 años de prisión efectiva e inhabilitación absoluta, pedido que fue acompañado por la querella, a cargo de la abogada Tania Kiriaco.

A su turno, la defensa, a cargo del abogado Félix Arancibia, no objetó la acusación. 

Incumplimiento de deberes 

En una audiencia siguiente, también dirigida por el juez Castellanos, el fiscal Toranzos acusó formalmente a un guardiacarcel por incumplimiento de los deberes de funcionario público, ya que consideró que tuvo una conducta dolosa al no tomar los recaudos en el traslado de Luna al encuentro con su pareja.

Al fundamentar la acusación, sostuvo que el funcionario debió cumplir con todas las previsiones de seguridad, puesto que era sabido que Luna se hallaba bajo tratamiento psiquiátrico y ello exigía extremar los recaudos con una requisa profunda.

Para la fiscalía, estos pasos no se dieron y por eso consideró que corresponde avanzar con la acusación penal contra el guardia, con una expectativa de pena de 1 año de prisión condicional.