Desde Roma

El papa Francisco parte este viernes a Irak, en un viaje de poco más de tres días que pasará a la historia, no sólo porque se trata del primer pontífice que visita ese país sino porque en una nación que ha pasado por varias guerras y una muy dura situación socio-económica en las últimas décadas, intentará dejar un sello como “peregrino de paz que busca fraternidad” sin diferencia de religiones, según él mismo dijo en un mensaje video dirigido al pueblo iraquí y difundido este jueves por el Vaticano.

“Voy como pelegrino de paz en busca de fraternidad, animado por el deseo de rezar juntos y de caminar juntos, aún con los hermanos y hermanas de otras tradiciones religiosas”, dijo Francisco en su mensaje televisivo. Y dirigiéndose a los cristianos indicó que se sentía “honrado de encontrar una Iglesia mártir”. “Queridos hermanos y hermanas, he pensado mucho en todos ustedes en estos años, en ustedes que han sufrido tanto pero no se han caído. En ustedes cristianos, musulmanes, en ustedes pueblos como el yazida que ha sufrido tanto. Ahora voy a la tierra de ustedes, bendecida y herida, como peregrino de esperanza”, añadió. Y concluyó: “En estos tiempos duros de pandemia, ayudémonos a reforzar la fraternidad para edificar juntos un futuro de paz. Juntos, hermanos y hermanas de cada tradición religiosa”.

Al parecer Irak sufre menos la pandemia que otros países. De acuerdo a la John Hopkins University de Estados Unidos, que reúne los datos de la pandemia de todos los países del mundo, Irak ha tenido en total poco más de 700 mil casos de covid cuando Italia ha tenido casi tres millones. Pero el papa Francisco, la delegación papal que viaja con él y los 75 periodistas que lo acompañan, han sido todos vacunados contra la covid-19.

Hacía más de un año que Francisco no hacía viajes a causa del coronavirus. Pero esta vez se decidió con energía, pese a que algunos le aconsejaban quedarse en Roma. Su idea es dar un paso más en busca de la paz por la que siempre brega, al poder dialogar con representantes religiosos de la mayoría musulmana chiíta, dado que el programa en Irak prevé algunos encuentros de este tipo. Algo similar hizo con religiosos sunnitas en sus viajes a Egipto (2017) y a los Emiratos Árabes Unidos (2019) entre otros. En Abu Dhabi firmó con representantes sunnitas de los Emiratos Árabes y de Egipto, un “Documento por la fraternidad humana y por la paz” que invita a todos los que creen en Dios a “unirse y trabajar juntos” para crear la “cultura del recíproco respeto” y hacer que “todos los seres humanos sean hermanos”.

La división entre chiítas y sunnitas

La división de los musulmanes entre chiítas y sunnitas comenzó poco después de la muerte del profeta Mahoma en el siglo VII d.C, fundador del Islam. La disputa entre ellos se centró en torno a quien debía ser el sucesor de Mahoma. La mayoría de los musulmanes de entonces decidió apoyar a Abu Bakr, amigo del profeta y padre de su mujer Aisha y se llamaron sunnitas. Los sunnitas representan hoy la mayoría del mundo musulmán con 1.200 millones de fieles. La minoría en cambio decidió apoyar a Alí, primo y yerno del profeta y se llamaron chiítas.

Hoy Irak tiene poco más de 38 millones de habitantes y los cristianos son muy pocos, unos 600.000 (entre ellos católicos, caldeos, coptos, maronitas). La mayoría de la población es musulmana chiíta. Los chiítas representan el 15% de la población musulmana mundial y viven principalmente en Irán, Irak, Azerbaiján y Barhein. Los demás países musulmanes son fundamentalmente sunnitas, entre ellos Arabia Saudita, Egipto, Afganistán, Giordania, Jordania, Turquía, Pakistán. Y las relaciones entre países sunnitas y chiítas no es muy cordial. El Islam es la segunda religión mundial después del cristianismo y cuenta con unos 1.800 millones de fieles.

Las guerras en Irak

La paz en Irak no ha sido fácil en las últimas décadas. En 1980 y hasta 1988 se desencadenó la guerra contra Irán que devastó su economía. Con esta guerra Irak quería recuperar algunos territorios que le pertenecían pero que fueron cedidos a Irán por el Imperio Británico al que la Sociedad de las Naciones (luego ONU) le asignó en 1920 el poder de dividir el derrotado Imperio Otomano. Luego, en 1990, Irak invadió a Kuwait y se desató la Primera Guerra del Golfo. Fue Estados Unidos quien expulsó a Irak del territorio de Kuwait. En 2003 comenzó la llamada Segunda Guerra del Golfo. Argumentando que Irak tenía armas de destrucción de masa, Estados Unidos y algunos de sus aliados (entre ellos Gran Bretaña, España e Italia) invadieron Irak sin apoyo de la ONU, porque los expertos ONU enviados a Irak habían certificado que no había armas de destrucción de masa. Pero el gobierno de George W. Bush, por boca de su secretario de estado Colín Powell, mostró ante el Consejo de Seguridad de la ONU unos videos de Irak, donde según él se veían camiones que salían de depósitos con armas de destrucción de masas prohibidas por la ONU. Años después, Powell reconoció públicamente que había mentido sobre esos videos. La invasión provocó la caída del hasta entonces gobernante Sadam Hussein y una importante inestabilidad en todo el país. En 2005 se hicieron elecciones creándose la República de Irak. En 2006, Sadam Hussein fue arrestado y condenado a muerte. 

Pero la inestabilidad en todo el país no se detuvo, generando una suerte de guerra civil con el surgimiento de guerrillas de distinto tipo, de resistencia a la invasión estadounidense, pero también de sectores ultra islamistas que luego fundarían el llamado “Estado Islámico” (Daesh o ISIS) ocupando territorios de Siria e Irak. En 2017 el gobierno iraquí declaró haber ganado la guerra contra Daesh.

El programa papal

El vuelo papal parte del aeropuerto romano de Fiumicino a las 7.30 de la mañana del viernes y llegará a las 14hs (hora iraquí) a Bagdad. En el aeropuerto, el Papa será recibido por el primer ministro de la República de Irak, el abogado Mustafa Abdellatif Mshatat. Poco después se encontrará con las autoridades iraquíes y el cuerpo diplomático en el Palacio Presidencial de Baghdad, donde estará presente el presidente Barham Ahmed Salih Qassim, un ingeniero civil elegido presidente en 2018. A las 16.40 locales del viernes será el momento del encuentro con los obispos, sacerdotes, religiosas y seminaristas en la catedral siro-católica Sayidat al-Nejat (nuestra Señora de la Salvación) de la capital iraquí. Un lugar emblemático porque fue centro de ataques terroristas. El más grave fue en octubre de 2010, por manos de los extremistas del llamado Estado Islámico, en el que murieron 48 personas. Luego la iglesia fue reestructurada y tiene un memorial de las víctimas, entre ellas dos sacerdotes. Al llegar a la iglesia será recibido entre otros, por el Patriarca de Antioquía de los siros, Ignace Youssif III Younan. Luego se dirigirá a la Nunciatura Apostólica (o embajada vaticana) donde se alojará. La cena será privada.

El sábado 6 de marzo por la mañana, Francisco se trasladará a Najaf (160km al sur de Baghdad) en avión, donde hará una visita de cortesía al Gran Ayatollah Sayyid Ali Al Husayni Al Sistani. Najaf es considerado el principal centro religioso chiíta iraquí. Allí se encuentra la tumba del Imam Alí, primo y yerno de Mahoma, que guió el surgimiento de los chiítas. Luego Francisco partirá en avión hacia Nassiriya donde mantendrá un encuentro interreligioso en la llanura de Ur y volverá a Baghdad. El domingo se dirigirá a Erbil, Mosul y Qaraqosh, donde se encontrará con las autoridades locales y las autoridades religiosas de la región. Llegará en helicóptero a Mosul, donde celebrará además un momento de plegaria por las víctimas de la guerra, y luego visitará Qaraqosh donde celebrará una misa en el estadio Franso Hariri para luego retornar a Baghdad. El lunes 8 de marzo por la mañana vuelve a Roma. Su llegada a Italia está prevista para las 13hs hora local.