El Ministerio de Sanidad de España ha detectado los primeros seis casos de la variante californiana del SARS-CoV-2 en aquel país y mantiene bajo vigilancia un total de diez variantes, tras añadir al listado de estudio otras tres mutaciones: la de Nueva York, otra originada en Uganda y una última expandida en Portugal.

La variante californiana, conocida científicamente como B.1.429, surgió en Los Angeles el pasado julio y ya representa el 44 por ciento de los nuevos casos en California. Los expertos creen que es la responsable de que este Estado se haya convertido en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos. 

En relación a las distintas variantes, el último informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad sobre la Circulación de Variantes de SARS-CoV-2 de interés para la Salud Pública en España, advierte que la variante británica (B.1.1.7) está "aumentando muy rápidamente" en comparación con otras variantes del virus. 

El documento señala que, en caso de aumentar la incidencia, el impacto podría ser alto "por la asociación posible con una mayor gravedad y letalidad", aunque se considera "bajo" el riesgo de reinfecciones y de disminución de efectividad vacunal.

Asimismo, el CCAES recoge que las variantes sudafricana (B.1.351) y de Manaos (P1) se han detectado "de forma puntual" y que, por el momento, "el riesgo de diseminación se considera moderado", aunque el impacto podría ser alto si la incidencia aumentase, "ya que estas variantes podrían reducir de forma significativa la efectividad de algunas vacunas".

En el caso de la primera se han detectado 54 casos, de los cuales 18 se han confirmado por secuenciación. Por su parte, de la variante originaria de la capital del estado brasileño de Amazonas, Manaos (P.1), hasta el momento se han identificado dos casos aislados y tres brotes, que incluyen en total al menos otros trece positivos. 

Sanidad supervisa además otras: la P.2 (Río de Janeiro); la B.1.525 (nigeriana), la B.1.526 (Nueva York); la A.23.1 (originada en Uganda y detectada recientemente en Reino Unido, con escasos casos en otros países) y la C.16, que lleva expandiéndose por Portugal desde noviembre.

Sobre ellas, el informe indica que la repercusión que puedan llegar a tener en la Salud Pública "todavía se desconoce". "No obstante, la combinación de mutaciones que presentan o su expansión a nivel local en ciertas localizaciones hacen recomendable el seguimiento de su situación en estos momentos", añade el documento.