En el Gran Rosario, el ingreso promedio en la ocupación principal de los varones superó un 31,7% al de las mujeres. Para entender la brecha salarial hay que tener en cuenta que "la gran diferencia entre las tasas de actividad de varones y mujeres, que supera los 25 puntos porcentuales para la población de edad central, parece indicar que la mayor carga de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que tienen las mujeres impide su incorporación al mercado laboral y las mantiene, mayoritariamente, lejos de la posibilidad de generar sus propios ingresos”. Así lo explica el informe Desigualdades de género en números, elaborado por la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario, que por segundo año consecutivo procesa y recopila la información estadística disponible. Otro dato relevante es que el 71 por ciento de las tareas reproductivas no remuneradas la realizan mujeres, y si bien sigue siendo altísimo, ese número bajó cinco puntos porcentuales desde el informe del año pasado, cuando el 76 por ciento de esas tareas gratuitas pero esenciales para el funcionamiento de la sociedad las hacían las mujeres. 

¿Qué es la tasa de actividad? La población económicamente activa contabiliza a las personas que trabajan o buscan trabajo. De ese total, se distingue entre personas ocupadas y desocupadas. El índice de desempleo de mujeres se ubica en el 10,4% y el de subocupación en el 16%. 

“Hay una mayor subocupación de las mujeres, no sólo que trabajan una jornada reducida, sino que quieren trabajar más. En 2020 aumentó al 16 por ciento, cuando la de los varones, que también aumentó, sigue siendo más baja. Esa población de personas que trabajan una jornada parcial y quieren trabajar más horas, habla de las dificultades de las mujeres para insertarse plenamente en el mercado de trabajo”, explicó Paula Durán, coordinadora del informe. La tasa de subocupación para varones se encuentra en 9,6%.

Un indicio de la informalidad laboral que afecta a las mujeres puede leerse en las prestaciones por desempleo. “En el mes de mayo de 2020 el 72,9% de las mismas fueron otorgadas a varones, una proporción similar a la nacional (70,9%). La cantidad de prestaciones por desempleo aumentó 11% entre mayo de 2019 y mayo de 2020. Mientras que la cantidad de beneficiarias mujeres de prestaciones por desempleo no aumentó, la cantidad de beneficiarios aumentó 16%”, explica el informe.

La brecha de ingresos por género actual es 10,1 puntos porcentuales mayor a la del total nacional, donde ronda el 21,6%. La disparidad de ingresos entre varones y mujeres demostró una notoria mejora a nivel nacional, disminuyendo 4,5 puntos porcentuales (en el Gran Rosario se atenuó tres puntos). “Esta brecha no es por igual puesto o igual jornada, sino sobre el total del ingreso promedio que perciben mujeres y varones por su trabajo principal. Justamente, entendemos que lo que sucede con el trabajo no remunerado impacta en las posibilidades de las mujeres de desarrollarse en el trabajo fuera del hogar, o remunerado y genera esta brecha”, explicó la coordinadora del informe, quien enfatizó que ese condicionamiento quedó "aun más en evidencia durante la pandemia". 

Por eso, el primer dato que muestra el informe tiene que ver con los trabajos reproductivos no remunerados. “En el aglomerado Gran Rosario, según los datos relevados por la EPH, la mayor parte de las tareas del hogar −sin tener en cuenta al servicio doméstico− son realizadas por mujeres. Se evidencia que 2 de cada 3 personas que asumen las tareas del hogar son mujeres”, se lee en la página 7. La buena noticia es que algo está cambiando. En relación al año 2019, "se observa una distribución menos desigual al interior de los hogares durante el año 2020. Se advierte una disminución de 5 puntos porcentuales en las tareas asumidas por las mujeres en el aglomerado Gran Rosario, mientras ganan terreno las labores llevadas adelante por la población masculina", plantea el informe. Esa proporción es de 71 a 29 en el Gran Rosario y de 72 a 28 en todo el país.  

A lo largo de 30 páginas, el informe reelabora con una mirada de género datos y estadísticas oficiales. Hacia mayo de 2020, en la provincia de Santa Fe, se encontraban vigentes 435.120 jubilaciones. De ellas, un 62,6% correspondían a mujeres y un 37,4% a varones. “La importante cobertura en el sistema previsional para mujeres se debe, fundamentalmente, a la implementación de los planes de inclusión previsional que permitieron el acceso, a través de moratorias, a una gran parte de población que, de otra manera, no se hubieran jubilado”, dice el informe, que recupera un dato contundente: “De las 272.404 mujeres jubiladas, el 81,6% accedió al derecho con una moratoria. Por el otro lado, de los 164.139 de jubilados varones, el 42,6% accedió a la jubilación mediante una moratoria”, puntualizan y afirman que se puede concluir que “la chance de jubilarse con moratoria es 6 veces mayor para las mujeres que para los varones de la provincia de Santa Fe”.

Durán plantea que “fue también clave en la pandemia que estas personas tengan un acceso a un ingreso, aunque sea mínimo garantizado, y una cobertura de salud”. Al encontrar una reducción en la cantidad de jubilaciones vigentes, el informe alerta sobre la necesidad de actualizar las “políticas de inclusión previsional para el acceso a un derecho central como el de la jubilación”. Para Durán, “más que una prórroga de los planes existentes, se requiere una revisión, porque se ve claramente que sin estas medidas, las mujeres no llegan a contar con los 30 años de aportes que se requieren a la edad de jubilarse. Y eso hace más difícil que una mujer pueda llegar a ese derecho”. La mayor informalidad laboral y el retiro --o disminución de las horas-- del mercado laboral por la maternidad, además de la gran cantidad de horas de trabajo gratuito en sus hogares, explican los aportes previsionales que les faltan a las mujeres.