El dirigente liberal e independiente francés Emmanuel Macron estiró ayer su ventaja en intención de voto para las presidenciales del domingo. Mientras que los demás candidatos queman sus últimos cartuchos en un final de bandera verde antes de los comicios más impredecibles que se recuerden en la Francia moderna.

Un sondeo divulgado ayer volvió a mostrar a Macron, a la ultraderechista Marine Le Pen y a los candidatos Jean-Luc Mélenchon y François Fillon con chances de pasar a la segunda vuelta del 7 de mayo, un escenario sin precedentes en medio de una indecisión récord que llega hasta el 30 por ciento de los votantes. Las encuestas afirman desde hace semanas que una segunda vuelta Macron-Le Pen es el escenario más probable. Pero una carrera presidencial para suceder al impopular presidente socialista, François Hollande, en el poder desde el 2012, se fue poniendo cada vez más pareja a medida que se acercan las elecciones. Con una serie de acusaciones y escándalos de corrupción como fondo, la campaña está blindada por fuertes medidas de seguridad, que fueron reforzadas tras el plan de atentado desmantelado el martes en Marsella. En Francia, 238 personas murieron en ataques jihadistas en dos años.

Elaborado por la consultora Harris Interactive, el sondeo mostró que el izquierdista Mélenchon, quien pasó del fondo de las encuestas a los primeros lugares gracias a sus combativas apariciones y a una intensa campaña en redes sociales, empata con el conservador Fillon, el otro favorito, en el tercer puesto con un 19 por ciento de apoyo. Eso pone a ambos dirigentes a sólo tres puntos porcentuales de Le Pen, quien se estanca en un 22 por ciento, y a tiro de Macron, quien consolidó su carácter de favorito con un 25 por ciento de intención de voto, dos puntos más que en las últimas encuestas.

Macron, un ex banquero de 39 años que renunció como ministro de Economía de Hollande en agosto pasado para formar su movimiento independiente ¡En Marcha!, derrotaría a Le Pen y a cualquier otro candidato en el ballottage, mostró la encuesta de Harris, que está en línea con otros sondeos. Ayer, Macron recibió apoyos del ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y de un ex ministro francés, Dominique de Villepin. Obama hizo un gesto de apoyo tácito al hablarle por teléfono al candidato liberal, sin darle respaldo explícito, aunque el portavoz del ex mandatario, Kevin Lewis, dejó abierta la posibilidad de que se pronuncie por alguno de los dos candidatos que lleguen a la segunda vuelta. Villepin, que dirigió el gobierno galo entre 2005 y 2007, pertenece al mismo partido Los Republicanos que Fillon. Explicó que apoyaba a Macron porque lo veía como”el candidato de la unidad, tan alejado de los radicales que quieren cambiarlo todo como de los partidos tradicionales prisioneros de sus divisiones.

La aprobación de Fillon, que representa a la derecha tradicional francesa, se ha ido recuperando gradualmente luego de su desplome por un escándalo de corrupción y nepotismo, y ayer el candidato redobló sus intentos de disuadir a sus votantes de optar por Macron. Presentándose como uno de los objetivos de dos presuntos jihadistas arrestados el martes en Marsella, el ex primer ministro, de 63 años, buscó revalidar sus credenciales de mano dura en materia de seguridad, en contraposición a Macron.