Una foto de Normita Vermeulen, Lila Forestelo y Chiche Massa con sus pañuelos blancos en la cabeza junto a Juane Basso ocupó la pantalla del escenario en el Parque a la Bandera, mientras nietes de desaparecidxs leían el documento del Espacio Juicio y Castigo por los 45 años de la dictadura cívico-militar-eclesiástica-empresaria. Es que Juane llevó la voz cantante de esa conmemoración durante los últimos años, y murió el 4 de marzo pasado, a los 44 años. "Presente, ahora y siempre", se gritó ayer después de un pequeño video de homenaje al militante de HIJOS. Las Madres de la ciudad ya no están físicamente. El video de la Ronda de las Madres de la Plaza 25 de mayo las mostró en fotos a casi todas ellas, y recordó que cada jueves, en Rosario, se cumple la promesa de continuar su lucha. La lluvia dio el tono a un acto donde se dijo: "Hoy vemos cómo el poder judicial corrupto beneficia con prisiones domiciliarias a los genocidas condenados, dejando a muchos de ellos fuera de la cárcel. Seguimos exigiendo cárcel común, perpetua y efectiva para los condenados por delitos de lesa humanidad". Y se recordó que se trata de "el mismo poder judicial que inventa causas, que deja presos a luchadores y a quienes fueron opositores de la versión macrista del neoliberalismo". 

El Parque a la Bandera fue el lugar de encuentro de personas y organizaciones. Los pasacalles de La Poderosa --organización de asambleas villeras de todo el país-- se distinguían entre otras. "Madres de la Plaza, las villas las abrazan", se leía sobre Buenos Aires, en la plaza 25 de mayo, donde el martes hubo vigilia con instalación artística de casi 700 pañuelos con los nombres de las personas desaparecidas en la provincia de Santa Fe. Un enorme pañuelo con pañuelos más pequeños recordó a las 31 Madres de la Plaza 25 de mayo de Rosario, todo organizado por la Ronda de las Madres. 

En tanto, en el Parque a la Bandera, uno de los pasacalles de La Garganta decía: "30 mil vacunas contra la impunidad. ¡45 años de presencialidad!". Justamente, el documento del Espacio Juicio y Castigo --donde confluyen gran cantidad de organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas y sindicales-- recordó que "hoy, particularmente, frente a la pandemia que nos ataca, reivindicamos a los y las trabajadores de la salud, y a las mujeres y los hombres del pueblo que solidariamente pelean por resolver el alimento, el techo, el aislamiento, la atención de los casos positivos y la prevención". Y también destacó "la decisión del gobierno nacional por reforzar el sistema de salud y acceder a vacunas para el pueblo argentino. También los esfuerzos por contener los efectos de la pandemia entre los más necesitados,apoyando a los movimientos sociales que trabajan en los barrios populares tratando de mitigar el hambre que azota a los más vulnerables".

Por primera vez, la Universidad Nacional de Rosario concurrió al acto con una bandera institucional. Allí estaba el rector Franco Bartolacci entre la gente, con barbijo. Otro de los videos que se vio en el acto, que debió apurarse por la lluvia, fue el de Plantamos Memoria, la campaña oficial de los organismos de derechos humanos en la Argentina, una propuesta de sembrar 30.000 árboles. 

Cada 24 de marzo, la conmemoración del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia es también una apuesta a futuro, pero, por segundo año consecutivo, no se pudo hacer la multitudinaria marcha que congrega a las organizaciones más diversas. Sí dijeron presentes muchas organizaciones, como la Federación de Estudiantes Secundarios (FESER), Somos, Ciudad Futura, Motokeros, el Sindicato de Cadetes, la UTEP, entre muchos otros. 

Y si bien las Madres de la Plaza 25 de mayo ya no están físicamente, los aplausos ante sus fotos y el grito de "Madres de la Plaza, el pueblo las abraza" generó calor en una tarde desapacible. "45 años nos separan de aquel golpe cívico, militar, eclesial y empresario que hundió al país en la mayor dependencia cultural, política, económica y social a fuerza de secuestros, muerte, cárcel, tortura y exilio de varias generaciones; tomando como botín de guerra a más de 500 niños, hijos e hijas de militantes desaparecidos. El plan económico de los grandes grupos de poder no podría haber sido implementado con organizaciones revolucionarias crecientes y una clase trabajadora con conciencia", comienza el documento que se leyó ayer y que terminó con "¡Treinta mil compañeras y compañeros desaparecidos! ¡Presentes!".