Cualquier persona que tenga una mínima noción sobre el BDSM conoce la estetica sadomasoquista clasica, replicada en miles de peliculas y videoclips a través de los tiempos: tonos rojos y negros, trajes de latex y mascaras que cubren toda la cara, fotos estilo boudoir de chicas encorsetadas con tacones altos. Hasta hace pocos años, esa era la estética que emulaban los pocos eventos y talleres de bdsm que se realizaban en Buenos Aires, donde aún primaba una mirada heteronormada de las prácticas fetichistas. 

PASTELDOM: LA VIDA EN ROSA 

En 2017, un rayo rosa atraviesa las 50 sombras: Pasteldom, una propuesta fetichista y cute que llegó para cambiar el imaginario kinky de la escena local (@pastel_dom) Frente a la falta de productorxs de cuerdas y de talleres del país, Eme -que entonces tenía 21 años- decidió crear un espacio seguro para realizar shibari, esa  práctica japonesa de bondage que implica atar a una persina siguiendo técnicas y líneas estéticas.

Con la ayuda de @kinkyvibeargentina y @drux.ropes, empezaron a organizar talleres de shibari a la gorra, dirigidos especialmente a un público LGBTI. Hoy, además de organizar talleres donde enseña shibari, Pasteldom se define como Juguetería para el disfrute y goce íntimo de fetichistas”. Vende sogas de algodón trenzado en tonos celestes, rosas, y púrpuras. Incluso tienen cuerdas específicas para principiantes, que crean líneas simples y facilitan el armado de los nudos.

¿En qué se diferencian tus talleres?

Cuando empecé Pasteldom había muy pocos dojos de shibari. Los espacios eran super pakis, es decir, todas parejas hetero. 

¿Qué quiere decir eso?

Tenían una mirada donde se veía a los cuerpos atados como objetos, y esos cuerpos siempre eran mujeres, no ataban varones. Me pareció importante que hubiera un cambio ahí, no me sentía bienvenide en la comunidad siendo yo misme no binarie. Amigues maricas, trans, nadie se sentia comodx en ese espacio. Los casos de abuso dentro de la comunidad, situaciones concretas donde alguien pierde la movilidad de un brazo durante un tiempo largo sin que haya una reacción de personas que hablan de seguridad y de consentimiento, todo eso me encendió la llama para hacer algo distinto. También estaba el tema de las corporalidades: ibas a cualquier evento de bdsm y eran todas personas flacas. Antes no veías una persona gorda atada ni a palos, eso también me parece importante en los modelos que elijo.

¿Cómo entraste al mundo BDSM?

El día que cumplí los 18 me metí en un famoso foro argentino de la movida y me hice una cuenta, desde entonces es una parte muy importante de mi vida. El shibari me empezó a interesar por el desafío. Armarme mis primeras cuerdas, la versatilidad de las cuerdas me encanta. A veces se trata de una expriencia puramente estética,  otras veces puede implicar sensaciones y llegar a un estado muy especial. Considero mis amigxs a esas personas que yo elijo atar regularmente, no es una práctica que yo tenga solo con mis vínculos sexuales. Me gusta  poder deserotizarlo y poder practicarlo con mis amigues. A veces las cuerdas traen un momento de relax muy especial, una contención, un abrazo.

¿Hay una ideología detrás de tu propuesta estética?

Me pareció importante darle a esta práctica darle un diseño a la imagen más amigable, mas suave, que pudiera atraer a personas a quienes les interesaban ciertas prácticas como el shibari pero no coincidian con esa imagen super dura que había del bdsm: cuero, latex, colores siempre negro y rojo. Hay personas que tienen ganas de practicar bdsm como yo, usando todo rosa, y era algo que en ese momento no estaba contemplado. A mi hoy en día me sigue costando que me vean como dominante usando ropa rosa o una pollera con volados.

¿Los paradigmas estéticos cambiaron en este último tiempo?

Siento que en la industria de sex toys, productos relacionados al placer, hubo un cambio en los últimos años, que también tiene que ver con buscar imágenes más amigables y menos duras estéticamente. Un dildo todo venoso capaz a alguien le da impresión. Por eso hoy en día hay cosas menos falocéntricas, o humanísticas, dildos color celeste que son super suaves y no tienen forma de absolutamente nada, vibradores que tienen formas de animalitos lindos. Obviamente yo me compré todo eso. Me parece que la corriente se va moviendo hacia esos lados, a buscar alternativas.

VIERNES ARNESES: REMACHES DE REMATE

A algunos clics de distancia, Viernes Arneses, otra marca de herramientas y accesorios BDSM, sorprende en instagram con sus creaciones (@viernes.arneses). Su dueña, Wanda, llegó al mundo del fetichismo casi por accidente, cuando se quedó con restos de remaches y pedacitos de cuero que sobraron en la producción de una película donde trabajaba como vestuarista. Eran los pequeños vestigios del material que había usado para fabricar una máscara. Cuando tuvo esos pedacitos de cuero en sus manos, su primer impulso fue fabricar un par de esposas. Después se hizo su primer arnés, y así, de a poco, comenzó a gestarse Viernes Arneses. “A veces los emprendimientos intentamos parecer más robustos de lo que somos. Pero detrás de Viernes soy solo yo, Wanda.” Su nombre, casi como si lo hubiera elegido a propósito, es el mismo que tiene la dómina de la mítica novela de Sacher Masoch, La Venus de las Pieles, historia que dio su nombre al término masoquismo.

Las piezas de Viernes Arneses están pensadas especialmente para realizar prácticas fetichistas. Además de arneses y chokers, Wanda fabrica accesorios de restricción y de impacto. Objetos pensados para azotar, como floggers fabricados con materiales veganos y fustas con puntas en forma de corazón. “Cuando pienso en un mango trenzado lo pienso desde lo lindo que es agarrar un flogger así, contundente, que tiene un peso específico.” Nada de cositas livianas que se rompen al mínimo tirón, para Wanda la estética es igual de importante que el mundo sensorial al que nos llevan sus creaciones. Justamente por eso, sus materiales favoritos para trabajar son el cuero y los retazos: tienen una resistencia mucho más grande que la mayoría de los plásticos. “Siempre pensé los diseños en relación a donde presionan el cuerpo, qué partes realzan, lo pienso pura y exclusivamente desde ese lugar. Es estético pero lo pienso por donde pasa la tira que aprieta”

¿Cuando nace Viernes Arneses como marca?

En Enero de este año me quedé sin laburo, empecé a pasar mucho tiempo en casa y a conectar con el taller, con el trabajo de las manos. Me puse a diseñar compulsivamente hasta que me pasaba todo el día diseñando y haciendo cosas. Lei, busque fotos, gente, grupos, redes sociales, y empecé a sumergirme en este mundo del BDSM. En los diez meses que estuve sin trabajar me dediqué a investigar y a leer foros de internet. Era muy fuerte la necesidad de conocer que había alrededor de esos arneses.

¿Y llegaste a encontrarte con ese mundo en persona?

Me di cuenta de que estaba confeccionando cosas que corresponden a un mundo del cual ni me había preguntado si podía formar parte. Lo veía como una rareza, pensaba a mi no me paso esto, sospechaba que yo no tenía nada que ver con eso. Busqué eventos que se organizaban en buenos aires, y encontré un evento de Kinky Vibe. Una juntada en un bar donde desplegaban su sex shop pero también ibas a conocer y charlar. No pare de hablar con Eme, de PastelDom. Fue la primera vez que vi a la cara a alguien que estaba dentro del mundo del BDSM.

Wanda describe las producciones de fotos que ha hecho para Viernes Arneses como “pequeños mundos” donde plasma sus ideas sobre el fetichismo y los intercambios de poder. En la página de instagram, Esther Diaz luce su arnés. Debajo de la foto, Wanda sentencia: “Si todo esto se trata de deseo y de actitud, nadie más mejor que ella para modelarlo”. En una de las últimas producciones de fotos, la dibujante La Cope posa envuelta en tules blancos mientras una mano invisible tira del arnés de charol que lleva puesto, agarrándose de una argolla estratégicamente diseñada para que esta acción pueda llevarse a cabo, cada cosa está en su lugar.

¿Dirías que BDSM forma parte de tu vida?

Ahora lo practico, hace muy poco, aunque lo siento parte de mi. Me permitió comprender mi sexualidad mucho mejor, logre destrabar mi afectividad y mi emotividad. Me siento más expandida. Con respecto a las prácticas, lo considero algo posible de compartir con alguien más pero también de compartir en soledad, como el auto bondage.

¿Cuáles son tus pedidos favoritos?

Lo que más me divierte de los pedidos es que me cuenten, más allá de mostrarme una imagen o una referencia. Que me cuenten cosas que se imaginan las personas. No puedo evitar hacer preguntas un poco personales, todo es bastante cercano, dentro de lo que las personas se abren a compartir. Las zonas erógenas de cada cuerpo varían un montón, me gusta indagar en todo eso al momento de realizar un arnés o un elemento. ¿En qué lugares te gusta que te aprieten? ¿Qué sensación te gusta tener? ¿Te gusta sentir algo más duro o algo más suave?