La reunión fue ayer en casa de Gobierno. Los anfitriones, el ministro del Interior, Wado de Pedro; junto al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y el titular del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner. Este último, precisamente, fue el encargado de poner sobre la mesa un tema que había sido conversado poco antes en Olivos, en un almuerzo con el presidente Alberto Fernández: la necesidad, dado el alarmante cuadro de situación epidemiológico y las previsiones del futuro muy próximo, de buscar consensos para posponer las PASO.

Los invitados de la oposición (el diputado Cristian Ritondo, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, la intendenta de General Arenales y flamante vicepresidenta de la UCR bonaerense, Erica Revilla) no iban preparados para tratar ese tema. El motivo formal anunciado del encuentro era la puesta en marcha del Programa de Emergencia de Infraestructura Municipal (Preimba), que prevé la asignación de 5.000 millones de pesos a los 135 municipios bonaerenses (un proyecto presentado el año pasado por Ritondo, que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Obras Públicas, de manera conjunta entre el gobierno nacional, provincial y los diferentes municipios).

Pero el tema de las PASO y de la alarma sanitaria apareció con fuerza. Y, según reconstruyen fuentes de Gobierno a Página/12 --y según Ritondo soltó en caliente al ser consultado inmediatamente a la salida del encuentro-- los representantes de la oposición tomaron la propuesta como una posibilidad a ser tratada en el Congreso (único ámbito en el que puede y debe continuar la cuestión). La idea planteada fue buscar acercar posiciones y consensos en medio de un escenario en el que se multiplican las restricciones y cambios a nivel nacional y en los distintos distritos para frenar la temida segunda ola.  

No se habló de fechas concretas, pero sí de buscar cosensos para postergar y achicar márgenes entre la ventana de las PASO y las generales (8 de agosto y 24 de octubre, según fijó la Cámara Electoral). Con el criterio sanitario como eje central, aseguran también, aceptaron debatir Jorge Macri y Cristian Ritondo. Acordaron, además, realizar otra reunión la semana próxima, esta vez en el Congreso.

El encuentro, del que también participaron la secretaria de Provincias, Silvina Batakis; el secretario de Municipios, Avelino Zurro; el secretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Obras Públicas, Guillermo Sauro; y los intendentes del Frente de Todos Mayra Mendoza (Quilmes), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Marisa Fassi (Cañuelas), terminó con el compromiso de todas las partes de "bajar" el tema para su discusión hacia adentro de las fuerzas y bloques. 

En rueda de prensa, Ritondo abrió entonces la posibilidad de posponer las PASO frente al avance de la pandemia, aunque no suspenderlas, tal como se había hablado en la reunión. "No creo que se suspendan las PASO, podemos hablar de más tiempo o menos tiempo", evaluó el diputado. 

Y confirmó que "hay un montón de charlas informales, viendo cómo se sucede esta pandemia". Un escenario que por esa hora de la tarde se planteaba abierto pero plausible de avance y discusión. 

Tango del perdón

Ocurrió que, una vez hechas estas declaraciones, los propios "salieron a matar" a Ritondo y Macri. También a denunciar que en la reunión "no había radicales", invisibilizando a Revilla. El año electoral --y el modo halcón con el que una parte de la oposición ha decidido transitarlo, cada vez más encarnizadamente-- tienen sus reglas y cartas marcadas.

Y entonces vino la desmentida, que sonó a disculpas hacia adentro: "En la reunión de hoy llevada adelante en Casa Rosada no hubo ningún acuerdo para posponer las PASO. Desde @proargentina creemos que esas cuestiones deben debatirse en el Congreso", comenzó Ritondo.

"No hubo ningún acuerdo para postergar las PASO. Niego rotundamente las versiones al respecto. Ante elplanteo informal sobre el tema, nuestra respuesta fue negativa y es que el Congreso es el ámbito para discutirlo", sumó luego Macri.

"Las PASO no eran el tema por el que fuimos convocados a la reunión de hoy en Casa Rosada, por lo que en ningún momento se acordó la postergación de las mismas. Como oposición creemos que el Congreso es el ámbito representativo correcto para discutirlo", negó e insistió con lo obvio por la noche la radical Revilla.

También para esa misma hora de la tarde el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, en diálogo con Las últimas noticias de AM 750 bajaba el precio al principio de acuerdo de recién nomás: “No hubo ninguna convocatoria formal. Si hubiera alguna, la tienen que hacer a Juntos por el Cambio, y no la hubo", aseguraba. 

La mesa de los martes

"Volvió la mesa de los martes", celebraban en el oficialismo el encuentro de ayer en la Quinta de Olivos. Allí almorzaron Alberto Fernández, Santiago Cafiero, Máximo Kirchner, De Pedro y Massa. Se analizaron números, se planteó con preocupación el escenario epidemiológico. Y la fecha de las PASO como un problema concreto, tal como está fijada en el calendario electoral para un muy próximo e invernal 8 de agosto.   

No hablaron de suspensión --como sí venían planteando muchos gobernadores, ya desde el año pasado--, sino de posponer la fecha, para esperar los tiempos del avance de la vacunación y la posibilidad de salir del temido pico de invierno. 

De hecho, por pedido de los mandatarios provinciales fue un tema que el Presidente incluyó en las sesiones extraordinarias en el Congreso en enero pasado. El tema no prosperó entonces. El tucumano Pablo Yedlin presentó un proyecto de suspensión que no llegó ni a tratarse en Comisión.   

La papa caliente

Una vez puesto a rodar en la tarde de ayer el tema en el juego de la política, desde los pasillos oficiales todo fue silencio. En las oposición, mientras tanto, rodaban las bajadas de tono a lo que antes era "principio de acuerdo". 

"Todos los que tienen algún tipo de responsabilidad de gestión entienden que algo hay que hacer, nadie se pueden dar el lujo de esperar o jugar con el tema de las PASO. Las camas de terapia estalladas son un escenario que hoy es lejano para los intendentes, pero no improbable para nadie, lamentablemente", analizaban algunos. Las cifras finales del día del reporte del Ministerio de Salud --nuevamente, más de 10.000 contagios-- y la confirmación de que las cepas de Manaos, Río de Janeiro, Reino Unido y California circulan a nivel local, confirmaban ese razonamiento. 

Así planteada, la "papa caliente" de las PASO pasa a quemar ahora en la discusión interna de la oposición. Donde no todos tienen responsabilidad de gestión, y donde brillan y gritan las figuras que necesitan lucirse como opositores a todo y a todos.