Con el foco puesto en atraer dólares genuinos, el Gobierno Nacional creó el Régimen de Fomento de Inversiones para las Exportaciones, que tiene por objeto facilitarles a las inversiones productivas el acceso a un mercado de cambios que hoy tiene trabas por el cepo generado por Cambiemos. La iniciativa verá la luz en los próximos días en formato de decreto, y tiene como regla central "aumentar la previsibilidad de la inversión extranjera directa o de la inversión nacional financiada con crédito externo, destinada a incrementar las exportaciones", según detallaron desde el Ejecutivo. El plan también es un cambio de mirada que pone como condición la inversión para recibir como contraparte medidas favorables, lejos de las liberalizaciones de controles como anzuelo para desembolsos. 

La decisión se comunicó luego de una reunión del Gabinete Económico encabezada por el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Naturalmente, el propósito fundamental de este proyecto es incrementar las exportaciones y crear empleo; y a la vez un gesto a sectores económicos concretos, con el doble juego de atraer inversiones y dar previsión a esas firmas para que dispongan de divisas, uno de los reclamos de los privados. 

Luego de la reunión, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, explicó que "uno de los problemas centrales de nuestra economía es la escasez de dólares. Este fenómeno se explica por varios factores (...) y se agravó en los últimos años por una política de endeudamiento en moneda extranjera irresponsable y la falta de una mirada industrial". 

En este sentido, el Ministro de Economía, Martín Guzmán sostuvo que "venimos dando pasos para construir condiciones macroeconómicas que promuevan una economía más dinámica desde lo productivo y más estable. Esta medida consiste en una adaptación del esquema de controles de capitales de modo de favorecer las inversiones en la economía real, mientras se siguen desalentando los movimientos de capitales de corto plazo y de tipos especulativos que generan inestabilidad cambiaria”. Guzmán recordó que “durante la administración anterior se desreguló prácticamente de forma completa la cuenta de capital financiero y eso no redundó en un aumento de la inversión externa en la economía real". 

Por su parte, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, involucrado directo en la medida por el rol del BCRA en la cuestión de divisas, consideró que “esta iniciativa otorga beneficios al ingreso de capitales asociado a la inversión y la creación de empleo y no a la economía especulativa". 

Cómo y para quiénes

Hoy en día, las exportaciones se liquidan y los pagos de deuda o repatriación de capital requieren, en general, de un pedido de conformidad al Banco Central. Luego de puesto en práctica este decreto, las nuevas inversiones que incrementen exportaciones, usen la generación de divisas para repatriación de capital e intereses. 

En el detalle, el programa prevé que el 20 por ciento de las divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas a una nueva inversión serán de libre aplicación por hasta un máximo anual equivalente al 25 por ciento del monto bruto de divisas ingresadas para el proyecto. Y el destino de esos montos será el pago de capital e intereses de pasivos comerciales o financieros con el exterior, utilidades y dividendos de balances cerrados y auditados, y repatriación de inversiones directas de no residentes. 

El plan apunta a los sectores foresto industriales, agroindustriales, hidrocarburÍfero, minero y de industrias manufactureras, "ya sea en un nuevo proyecto o aquellos que busquen ampliar su capacidad productiva a fin de exportar". Vale decir que actualmente, ya el sector automotríz tiene beneficios impositivos por exportaciones incrementales, y el Gobierno avanzará en el mismo esquema explicando este DNU con el sector agroindustrial, con el que está avanzada una norma de fomento exportador. Con las petroleras, en tanto, se pretende lo mismo: de hecho, ya hubo reuniones del ministerio de Economía y el secretario de Energía, Darío Martínez, con el sector. 

Los beneficiarios son "Personas humanas o jurídicas, nacionales o extranjeras", que presenten "un proyecto de inversión no menor a 100 millones de dólares en caso de ser una nueva inversión y que aumenten la capacidad productiva del negocio en marcha". No se considerarán como inversiones "las financieras y/o de portafolio, las fusión o adquisición de empresas o de cuotas y/o acciones o participaciones societarias". Por último, la duración del beneficio será de 15 años.