Norma Mores, la secretaria de Actas y Afiliaciones de la Unión de Trabajadores Hoteleras, del Turismo y Gastronómico (UTHGRA) de Rosario, se presentó esta semana a trabajar, acompañada de una escribana pública, para hacer valer la resolución del juez Néstor García y se reinstaló en su puesto, aunque la dirección sindical aun no le restableció las claves informáticas que le permitan realizar sus tareas. "Gracias a la incondicional solidaridada y al apoyo de la Intersindical de Mujeres, del Comité Feminista ante la emergencia sanitaria, de la CGT, de las dos CTA y de muchas organizaciones sindicales, políticas, sociales y estudiantiles", dice el comunicado en apoyo a la sindicalista. 

Como publicó Rosario/12, Mores denunció por violencia de género y hostigamiento a cuatro integrantes de la comisión ejecutiva del gremio que conduce Mario Di Renzo. Después de dos años de sufrir esas violencias, el 26 de febrero pasado, el secretario gremial amenazó, insultó y le pegó un rodillazo a la dirigente. Con la celeridad que indica la ley 26.485, el juez García dictó una medida de prohibición de acercamiento. La respuesta gremial fue darle una licencia (que no había pedido) a Mores y apelar la resolución. Ante el incumplimiento de una resolución judicial, la denunciante se presentó esta semana a su puesto. 

"Este pequeño logro limita la presencia de los cuatro imputados en el sindicato durante el horario de trabajo de Norma, la cual, con el excelente asesoramiento del abogado Hugo Hernandez, generó que el secretario general acate el dictamen del juez. Por su lado, el gremio, disconforme, alegando que esto le acarrea una gran problemática dentro de la organizacion, pidió una reunión para llegar a un acuerdo distributivo de días y de horarios para que no se crucen los agresores con la víctima, hasta que la justicia se defina sobre el tema, ya que la audiencia imputativa por violencia de género (en fiscalía) sería el martes próximo", sigue la descripción del grupo de mujeres que acompaña a Mores. Subrayan que "a Norma todavía no se le dieron las claves d acceso, y que la licencia arbitraria que el secretario general le impuso a ella, fue para cambiar el eje de discusión y dejar de lado la terrible agresión ejercida por el secretario gremial el día 26 de febrero". 

Mores mantendrá su lucha para ser reincorporada en el cargo que ocupa desde 2017, después de ser delegada gremial de una empresa de catering. "Norma tiene bien claro que acá la lucha no se trata de ella, ni es una cuestión personal, ya que hay muchas compañeras que viven situaciones parecidas en sus ámbitos de trabajo y, por miedo a enfrentar al patriarcado o perder privilegios, no se animan a denunciar, e incluso ni siquiera se animan a apoyar las denuncias de las compañeras que tienen la tremenda valentía de hacerlo. Pero bueno... esto es un proceso, por las reivindicaciones de género, en contra de la discriminación, de la descalificación gremial, de los distintos tipos de violencia y a favor de mayor participación de las mujeres en el ámbito sindical", sigue el comunicado elaborado por quienes apoyan a la sindicalista.