La misión de River no era nada sencilla en la Copa de la Liga. El equipo tenía que romper la barrera de las dos últimas presentaciones sin convertir goles, y nada menos que ante el líder de su zona, Colón, que llegaba como el único invicto del certamen.

Los santafesinos se presentaron en Núñez con varios jugadores ausentes, por problemas físicos y también por los contagios de coronavirus. La mayor atracción del plantel, Luis Rodríguez, era uno de los que no podía estar.

Colón, de todas maneras, no cambió su postura y se instaló en el campo rival desde el principio. El conjunto de Domínguez, más allá de los nombres, no se replegó y apostó a tener la iniciativa del desarrollo. El que tuvo que intervenir con frecuencia, para lograrlo, fue Rodrigo Aliendro. El volante se ubicó sobre la derecha, y desde allí se fue convirtiendo en el hombre que encabezaba los ataques de los visitantes.


River se vio sorprendido por esa postura de Colón, y le costó mucho acercarse con claridad al área de Burián. Las pocas veces que pudo llegar hasta el fondo, lo hizo con pelotas aéreas que no llegaban con precisión a los delanteros. El equipo recién pudo hilvanar una jugada prolija después de los 30 minutos, y el desenlace fue el gol del joven Beltrán, el primero de su carrera.

La acción la inició Palavecino, continuó en De La Cruz, quien abrió la pelota hacia la derecha, y Beltrán ingresó en diagonal hacia el arco. El chico, cuando enfrentó al arquero definió por arriba, cruzado, para ubicarla casi en el ángulo.

El primer tiempo se desvanecía sin complicaciones para River, cuando en una jugada en la cual intentaba salir desde atrás, Farías recuperó la pelota, se la entregó a Bernardi, y éste tocó suave ante la salida de Armani para marcar el empate.

El partido tuvo un momento crucial en el segundo tiempo, cuando Colón se quedó con un jugador menos por la expulsión de Castro, en apenas siete minutos. River comprendió lo que tenía que hacer para que se notara esa diferencia numérica, y decidió trasladar el juego por los costados, para que Colón se vea obligado a abrir sus líneas. Gallardo, con reflejos rápidos, hizo ingresar a Carrascal por De La Cruz, que había tenido un rendimiento discreto.

La idea sirvió y en una aproximación por la derecha, Colón cometió una falta cerca del área. El encargado de ejecutar el tiro libre fue Angileri, quien lo hizo de manera excelente para marcar el segundo gol. El dominio fue todo de River desde ese momento, y otro envío al área derivó en un error de Moschión, que tocó la pelota con la mano cuando intentó rechazarla.

Montiel fue el que remató el penal, y lo hizo sin inconvenientes cruzando la pelota al palo opuesto al que había elegido Burián. El final tuvo un poco de suspenso, cuando Aliendro marcó el descuento con un golpe de cabeza, anticipándose en el primer palo después de un tiro libre desde la izquierda de Ferreira.

River pudo volver a convertir goles y se reencontró con la victoria luego de tres partidos, a pesar de que su confiabilidad no es la de un tiempo atrás.