“Estamos en la segunda ola de la pandemia y la vivienda es el principal lugar de cuidado frente al coronavirus”, sostuvo Sebastián Artola, titular de la Defensoría del Inquilino de Rosario y referente de la Federación de Inquilinos Nacional (FIN) en la provincia de Santa Fe. “No se puede permitir que en este contexto el mercado inmobiliario deje a personas y familias en la calle”, enfatizó.

“La nuevas medidas sanitarias deben ir acompañadas de medidas sociales”, agregó Artola. “Hay muchos inquilinos que están endeudados, con dificultades para empezar a ponerse al día, y otros que están sin contrato vigente al borde de ser desalojados, porque se les hace imposible firmar la renovación producto de los irresponsables aumentos de los alquileres en los últimos meses”, describió.

Según datos de la Federación de Inquilinos Nacional, 2.400.000 inquilinos están endeudados en todo el país y 300.000 acumulan deudas de cinco meses o más. A su vez, el 53,5 por ciento de los ingresos totales del hogar se destinan al pago del alquiler.

“Por eso, pedimos ya el congelamiento de los precios de los alquileres y la suspensión de los desalojos”, afirmó el referente local. “Más que nunca, hoy el Estado nacional, provincial y local tienen que garantizar el derecho a la vivienda, porque hace también a la posibilidad misma de hacer frente a la pandemia”, concluyó.