La directora de la Agencia de Medicamentos de Dinamarca, Tanja Erichsen, se desmayó durante una conferencia de prensa en la que iba a anunciar que en su país se suspendía el uso de la vacuna Astrazeneca/Oxford.

Erichsen cayó al piso mientras otro funcionario comunicaba la decisión del país nórdico. La funcionaria se descompuso y, de inmediato, tres hombres la asistieron, al levantarle las piernas para mejorar la persión arterial. Horas después, el Gobierno confirmó que la mujer se encontraba fuera de peligro, aunque quedó internada para realizarle chequeos médicos.

Además del desmayo, no fue una conferencia más en Dinamarca: se anunció descartar definitivamente la vacuna contra covid-19 de AstraZeneca por sus poco habituales aunque "graves" efectos secundarios. De este modo, el país nórdico se convierte en el primer país europeo en hacerlo, a pesar de las autorizaciones del regulador continental y la Organización Mundial de la Salud para seguir utilizándola.

"La campaña de vacunación en Dinamarca continúa sin las dosis de AstraZeneca", dijo el director de la Agencia Nacional de Salud, Soren Brostrom, tras el desmayo de su colega. "Existe una eventual reacción cruzada entre la vacuna y un bajo número de plaquetas. Sabemos también que existe una conexión temporal. La reacción ocurre de uno a diez días tras la inoculación con AstraZeneca", indicó.

En Dinamarca, según cifras oficiales, la mayor parte de la población en riesgo ya ha sido vacunada. El responsable sanitario de aquel país consideró que la vacuna de Astrazeneca tiene beneficios de la vacuna superan los riesgos, pero, ante un escenario favorable de la pandemia, se decidió suspender aquellas dosis. Por su parte, la mayoría de los países europeos que habían suspendido el uso de esta vacuna han reanudado su utilización, pero estableciendo un límite de edad.