Chloé Zhao hizo historia dentro de la historia al cumplir con los pronósticos que la señalaban como ganadora del Oscar a Mejor Dirección en los que por primera vez en 93 años tuvo a dos mujeres compartiendo rubro. Y fue apenas la segunda en hacerlo luego, luego de que Katryn Bigelow triunfara en la memorable ceremonia de 2010. Antes del reconocimiento en los premios Oscar 2021, Zhao ya había sido contratada por Disney para ponerse al mando de su nueva producción de superhéroes Eternals y esta noche tiene muchos motivos para ganar. Para empezar, por su película, Nomadland, donde propone una historia de indudable compatibilidad con el paladar académico contemporáneo: sigue a una mujer que ha perdido todo –su trabajo formal, su marido– y se sumerge en una vida nómade, de empleos golondrina y relaciones fugaces pero cargadas de significado, por el interior profundo de Estados Unidos. Durante el recorrido, se cruza con hombres y mujeres nómades en la vida real que, por lo tanto, de personajes tienen poco y nada.

Pero además Zhao ha tenido una temporada de ensueño, de dominio absoluto en todas las ceremonias en las que estuvo nominada. Y encima su perfil calza perfecto con los vientos multiculturales que soplan en la comunidad artística de Hollywood. La cineasta nació en Pekín en 1982 y fue, como casi todos en esa época y en ese lugar, la única hija de un matrimonio. Lo raro es que años después, cuando estaban claras sus inclinaciones artísticas, la estimularon moral y económicamente. Un detalle nada menor, que le permitió estudiar en Londres y luego cruzar el mundo para recalar en Los Ángeles primero y Nueva York después. Allí, mientras estudiaba cine, no se encontraba. “Crecí en ciudades de diferentes países y siempre sentí una sensación de soledad. Mientras crecés en la selva de hormigón y sos joven, esa soledad parece hasta romántica, pero según vas cumpliendo años es cada vez más difícil de soportar”, contó al diario El País de España.

Recién pudo encontrarse cuando viajó a una reserva india en Dakota del Sur. “Al ponerme cara a cara ante la naturaleza y exponerme al clima en un paisaje donde no ves ni un cable de teléfono, por fin me sentí conectada a algo más grande que yo. Ahí empecé a querer explorar esta parte de Estados Unidos: el paisaje fue mi punto de entrada”, recordó. Allí encontró inspiración para un universo artístico ya definido en sus dos primeras películas (disponibles en la plataforma Mubi), Songs My Brother Taught Me (2015) y The Rider (2017), que tienen a la reserva de Dakota como epicentro narrativo. Ese lugar es parte del camino de Fern, el personaje de Frances McDormand en Nomadland. Fue justamente la actriz quien, para ver si le interesaba dirigir la adaptación, le acercó el libro Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century, donde la periodista Jessica Bruder describe las penurias de aquellos adultos mayores que adoptaron una vida errante tras perder todos sus bienes por la crisis económica desatada en 2008.

La fórmula se mostró imbatible en materia de premios desde que se llevó el León de Oro del Festival de Venecia. Tan imbatible como para que Zhao hoy se codee en las estadísticas con personajes de la talla de Barbra Streisand: son las dos únicas mujeres con un Globo de Oro a Mejor Dirección, un logro que la actriz y cantante consiguió en 1983 por Yentl. Por si fuera poco, Zhao hizo un doblete inédito en el DGA otorgado por el Sindicato de Directores y el Bafta. El primero es uno de los barómetros más fieles del paladar académico, ya que este rubro del Oscar es votado únicamente por los miembros pertenecientes a esa rama, muchos de cuales también forman parte del Sindicato. El doble carnet explica por qué solo cuatro veces en los últimos veinte años no hubo coincidencia entre el DGA y la Academia en Mejor Dirección. Con los triunfos entre sus colegas y en tierras británicas, la cineasta se convirtió en la segunda mujer en recibir ambos premios. La anterior, como ella, también lo hizo el mismo año, y luego se llevó el Oscar. Fue Kathryn Bigelow.