El diario estadounidense The New York Times publicó un editorial en el que se refirió a las demandas excesivas hechas por el laboratorio Pfizer a algunos países para venderles su vacuna contra el coronavirus, y consideró "comprensible" que éstos se hayan resistido a aceptarlas.
Si bien la vacuna del gigante farmaceútico estadounidense es la segunda más aprobada en todo el mundo, por detrás de la de AstraZeneca, varias naciones no pudieron adquirirla por desencuentros a la hora de cerrar los contratos.
"Según los informes, Pfizer no solo ha buscado protección de responsabilidad contra todos los reclamos civiles, incluso aquellos que podrían resultar de la propia negligencia de la compañía, sino que ha pedido a los gobiernos que aporten activos soberanos, incluidas sus reservas bancarias, edificios de embajadas y bases militares, como garantía contra juicios", señaló el periódico estadounidense en un artículo de opinión publicado el sábado y titulado “El mundo necesita muchas más vacunas contra el coronavirus”.
"Es comprensible que algunos países se hayan resistido a tales demandas", destacó y agregó: "el ritmo de los acuerdos de compra se ha desacelerado como resultado".
En la nota, The New York Time citó el informe publicado en febrero pasado por la organización británica Bureau of Investigative Journalism, que se refiere a las acusaciones hechas a Pfizer de "intimidar" a Gobiernos latinoamericanos, entre ellos Argentina y Brasil, en las negociaciones para adquirir su vacuna contra el coronavirus.
Según el portal Covid-19 Vaccine Tracker, la vacuna de Pfizer es la preferida de las naciones de ingresos más altos, especialmente en Estados Unidos, ya que se fabrican localmente.
El Gobierno retomó las negociaciones con Pfizer
La asesora presidencial Cecilia Nicolini confirmó este martes que el Gobierno mantiene abierta las conversaciones con el laboratorio estadounidense con el fin de arribar a un acuerdo para adquirir la vacuna contra la covid-19.
"La ministra (de Salud) ha retomado las negociaciones con Pfizer para entender el estado de situación y cómo se pueden generar algunos cambios para avanzar en un posible contrato”, expresó la funcionaria, quien descartó el hecho de que las conversaciones estuviesen cerradas, como se señaló en algunos medios de comunicación.
“Las negociaciones a veces sufren algunos impasses, se frenan, luego se retoman. En ningún caso están cerradas o imposibles de poder pensar en firmar o avanzar”, agregó Nicolini, en diálogo con la radio FutuRock.
Para la asesora presidencial, existe la posibilidad de llegar a un acuerdo con la farmacéutica estadounidense, siempre y cuando las condiciones sean “interesantes” para el país.
“Tiene que haber un acuerdo entre las partes y eso significa no solamente ponerse de acuerdo en las cláusulas, que en su momento no estábamos de acuerdo, sino en tener una propuesta interesante para la Argentina", concluyó Nicolini.