desde Roma
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Argentina ante Italia, Albania, Malta y San Marino desde 2020, Roberto Manuel Carlés es un abogado penalista recibido en la Universidad de Buenos Aires. También es Doctor en Derecho de la Universita’degli Studi de Ferrara, en Italia, además de haber sido, entre otras cosas, profesor adjunto en la Universidad de Buenos Aires. Desde que llegó a Italia, se ha hecho notar por su compromiso en materia de derechos humanos participando de las video-conferencias organizadas en tiempos de pandemia, por la organización italiana “24marzo”, con los familiares de los desaparecidos que motivaron la causa legal en Roma contra el represor ítalo-argentino Carlos Luis Malatto.
--Embajador Carlés ¿cuáles son los objetivos de su misión en Italia?
--En primer lugar, con todos los medios posibles, trabajar para incrementar las exportaciones de la Argentina. No hay crecimiento económico sostenible sin aumento de las exportaciones. Segundo, promover inversiones que vayan a la economía real, no del tipo que tuvimos en tiempos recientes, especulativas, sino aquellas que impactan en la producción y generan trabajo. Por supuesto el contexto es difícil pero es nuestra tarea promoverlo. Tercero, relanzar la relación bilateral en todos los aspectos, en el campo cultural, de la cooperación internacional científica, educativa. Las relaciones hay que construirlas, trabajarlas y requieren políticas activas. Al mismo tiempo hay mucho por hacer en otros campos. Italia necesita también tener un interlocutor importante en América latina y la Argentina, por los vínculos con Italia, es un actor muy importante. Tiene que ocupar ese espacio.
--Respecto a las exportaciones de las que usted habla, ¿cuánto influyó el encuentro que usted organizó con los empresarios cuando vino a Roma el Ministro de Economía Guzmán?
-El encuentro fue muy bueno. Participaron sobre todo empresas que tienen inversiones en la Argentina, pero que además son actores económicos relevantes en Italia. Fue importante que estuvieran presente y se sacaran las dudas sobre el futuro de la Argentina. Fue muy positiva
--¿Ellos hablaron de nuevas inversiones?
-Hay nuevos proyectos que ya están en camino. Y también hay expectativa sobre cómo la Argentina terminará de resolver los puntos que tiene pendientes este año, en particular la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París, que fue el tema central de la gira del ministro Guzmán. Lo que los empresarios nos dicen a nosotros es que la Argentina está siempre entre sus objetivos de inversiones. La pandemia ha paralizado al mundo, no sólo a la Argentina. Pero hay mucha expectativa, mucha cautela, como hemos podido ver en los encuentros que mantenemos nosotros desde que llegamos a Roma. Hay mucha expectativa en el futuro. Se está pensando en el “día después”. Y esperamos que el “día después” esté cerca.
--¿Qué espera Argentina de Europa, una vez que pase la pandemia?
--Tenemos una agenda inmediata en el horizonte que es encaminar la negociación de la deuda de una manera sustentable, sin que el peso de una deuda insostenible, contraída por el gobierno anterior, caiga sobre los más vulnerables de la Argentina. Este Gobierno no lo va a hacer. Por lo cual debe encontrarse una salida sustentable que no perjudique los intereses de nuestro pueblo. Este es el principal objetivo de este año. Y luego creo que la cuestión pasa por tener una relación madura con Europa y promover el comercio, para que la Argentina pueda incrementar sus exportaciones. Son varios los sectores donde la Argentina puede potenciar su comercio exterior. Por ejemplo la economía del conocimiento, la tecnología de los alimentos, el desarrollo científico -tecnológico en general. Esta es una ventaja importante. Además, hay que promover las inversiones que vayan a la economía real. Para eso estamos trabajando tratando de dar señales de equilibro en materia económica, tratando de tranquilizar la economía, luego de un endeudamiento sin precedentes en la historia argentina y en el FMI. El Fondo ha dado algunas señales de comprender esta situación.
--Si se puede comparar la situación de la covid en Italia y en Argentina, ¿cuáles son las diferencias y las similitudes?
--La principal diferencia es que nosotros tuvimos las ventaja de ver antes lo que estaba pasando en el mundo. Y así tuvimos tiempo para prepararnos y tomar las medidas que eran necesarias. Por supuesto, tuvieron su costo, eso es innegable, pero nos permitieron salvar miles de vidas y evitar el colapso del sistema sanitario. Nuestro sistema sanitario tradicionalmente en invierno entra en crisis por las enfermedades normales, pero lo que vimos nos permitió ganar tiempo y tomar las medidas que había que tomar, para reforzar el sistema de salud y las terapias intensivas. Esa creo que fue la principal diferencia. Veníamos de no tener ni siquiera un Ministerio de Salud, porque en la gestión de Macri fue degradado a secretaría. Con la cuestión de la vacuna creo que también se ha actuado bien. Es una gran noticia además que la vacuna Gamaleya (Sputnik) se producirá en Argentina.
--Pero ahora la situación ha cambiado notablemente…
-Ahora está cambiando porque estamos recibiendo la segunda ola como también se ha vivido acá. Yo lo que veo es que hay bastante responsabilidad de parte de la sociedad. Es cierto que ésta es una experiencia que nadie ha vivido antes, que se ha prolongado mucho más de lo que habíamos imaginado y que produce un cansancio existencial. Y eso hace que la gente reaccione humanamente, lo que implica la negación muchas veces, la falta de cuidados necesarios, el temor en exceso. Son reacciones humanas. Y en cuanto a las coincidencias y respecto a cómo la gente lleva la pandemia, en Argentina pasan las mismas cosas que acá.
--Respecto al viaje inminente del Presidente, ¿existe ya un programa en Italia?
--Todavía no hay información oficial. A Italia llegará en principio el 13 de mayo. En Roma tiene confirmado un almuerzo con el Presidente de la República, Sergio Mattarella, y un encuentro con el primer ministro Mario Draghi por la tarde. Al centro de la agenda estará el tema de la deuda.
--A nivel de derechos humanos, ¿qué está haciendo la embajada para ayudar a las familias de los italianos desaparecidos en Argentina que todavía no han sido encontrados y por los hijos de desaparecidos que todavía no han sido recuperados?
--Cuando yo llegué a Italia para hacerme cargo de la embajada, creamos una oficina de Derechos Humanos, que era una área que se había descuidado. Hay varias acciones. Por un lado el ejercicio permanente de la memoria, sobre todo en un país como Italia donde viven tantos exiliados y exiliadas que han sido víctima del terrorismo de Estado. En ese marco, cuenta el apoyo a los juicios por crímenes de lesa humanidad que se están llevando a cabo en Roma, por ejemplo la causa contra el militar Carlos Luis Malatto. Va a haber al parecer pronto un nuevo pedido de extradición (que fue negada en 2015 porque el código penal italiano no incluía el delito de tortura que fue incorporado después, ndr). Más allá de eso, siempre apoyaremos la causa contra Malatto, aquí o en Argentina, para que no haya impunidad. Luego están las campañas a nivel de medios de comunicación (se hizo un programa RAI-Telam el mes pasado, ndr) para la identificación de los más de 600 cuerpos que tiene Antropología Forense sin identificación. Invitamos a los familiares a acercarse a los consulados para hacer los procedimientos necesarios y donar la sangre para identificar el ADN. Y es importante también la campaña “Aiutaci a trovarci” (Ayúdanos a encontrarte), lanzada por la cancillería argentina, que se está llevando a cabo en consulados y embajadas de todo el mundo para encontrar los cientos de hijos de mujeres desaparecidas todavía no encontrados (se habla de entre 400 y 500 casos, de los cuales hasta ahora se han encontrado 130, ndr). Algunos ya se han acercado a los consulados italianos para informarse.