Cinco personas, entre policías y civiles, aparecen involucradas en una investigación por asociación ilícita, de la Unidad fiscal de balaceras del Ministerio Público de la Acusación. La causa que inició en marzo pasado, a cargo del equipo de fiscales integrado por Valeria Haurigot, Pablo Socca y Federico Révola y el departamento de inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal, derivó esta mañana en 12 allanamientos realizados en Rosario y uno en Entre Ríos. Según indicaron desde el MPA, los procedimientos permitieron dar con decenas de armas y municiones que fueron secuestradas; y una armería resultó clausurada. El operativo de AIC y las TOE terminó con las detenciones de una pareja de policías --con licencia médica--, y tres civiles, uno de ellos sodero, a quien le encontraron un depósito con parte del material secuestrado, en zona sur. Un tercer agente fue arrestado por tenencia de arma. La figura del agente revelador.

La investigación comenzó con un informe que llegó al MPA por información derivada de Entre Ríos, en el que un tal "rosarino" ofrecía a la venta fusiles, por WhatsApp. Se verificó la información y a través de la figura del agente revelador --un personal autorizado por la Justicia para establecer el vínculo-- se inició una serie de compras por entregas controladas simuladas, con la idea de llegar a descubrir "el trasfondo de todo esto", ya que en uno de los contactos el vendedor ofreció material como el que suele ser utilizado para balaceras. La pesquisa permitió dar cuenta de la existencia de un policía en ese entramado, hermano del primer contacto vendedor, y la pareja de éste, también perteneciente a la fuerza. 

Según indicaron fuentes del MPA, se trata de tres hermanos, dos civiles y el agente Sergio G.; su pareja Mariana G.; el sodero José Luis A.. También un tercer policía, Alan J., quedó detenido porque en los allanamientos de esta mañana le encontraron un arma calibre 22 que no es su arma reglamentaria, aunque no está probado que sea parte de la estructura. Se trata de un policía que estaba estacionado con el patrullero en una vivienda donde se hizo una de las entregas controladas.

Si bien los allanamientos continúan, ya secuestraron 20 armas largas (fusiles, escopetas, carabinas), 11 pistolas (calibre 9mm, 45, 38 y 32), 800 municiones para los fusiles (53 cajas de municiones típicas utilizadas en balaceras), 2500 municiones calibre 9mm, calibre 45, calibre 38.

En tanto, sobre la armería clausurada, fuentes judiciales indicaron que se trata de un lugar de Perón al 4100, que uno de los detenidos mencionó. Según las escuchas, "tenía una armería de confianza donde él compraba municiones de manera irregular y usando tarjetas de consumo de terceras personas, que en apariencia iban los titulares de esas tarjetas a comprar, pero en realidad no sucedía así. Había una apariencia de legalidad, que según las escuchas hay que investigar, por eso se dispuso la clausura preventiva", se indicó. Además, se encontraron tarjetas de consumo en la propia armería, lo que generó más sospechas.