El plantel de Independiente regresó a Buenos Aires en la mañana del miércoles desde Brasil, donde el martes empató 2-2 ante Bahía por la Copa Sudamericana, tras un accidentado periplo que incluyó el regreso anticipado de once integrantes de la delegación: ocho jugadores, el DT Pedro Monzón y dos dirigentes. Los once miembros del contingente no pudieron ingresar a territorio brasileño porque eran "detectables" de coronavirus pese a estar todos de alta.

Los jugadores del "rojo" arribaron cerca de las 8 al Aeropuerto Internacional de Ezeiza y desde allí se trasladaron a un hotel del centro porteño, donde quedaron concentrados. En el lugar, se reunieron con los futbolistas que no pudieron ingresar a Bahía y que llegaron el martes a Buenos Aires.

Los once integrantes de la delegación de Independiente que debieron regresar anticipadamente de Brasil pese a estar de alta y aprobados por los protocolos de Conmebol, arribaron anoche al aeropuerto de Ezeiza, en donde fueron testeados con resultados negativos en todos los casos.

Los que tuvieron que regresar anticipadamente sufrieron varias horas de angustia, maltrato e incertidumbre en el aeropuerto bahiano, mientras la Conmebol ratificaba que el partido se jugaría en Salvador de Bahía como ocurrió. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) no aceptó la documentación presentada por Independiente para ingresar al país, que cumplía con los protocolos fijados por Conmebol.

Independiente jugará contra Huracán el domingo desde las 17.15 en Parque Patricios, por la última fecha de la fase de grupos de la Copa Liga Profesional. El "rojo" necesita una victoria pero también que Unión no sume de a tres o que Talleres pierda para poder clasificar a cuartos de final. En la Copa Sudamericana, Independiente es puntero del Grupo B con 7 unidades, seguido por Bahía con 5 puntos.