Con Quema (Quema.ar) una llamarada prende en páginas nuevas, virtuales pero ardientes de contenidos. Quema es la revista transmedia que Facultad Libre ha puesto a rodar recientemente, con un equipo de trabajo que articula conocimientos y temáticas desde preocupaciones que tocan cerca y siempre.

“Pensamos la quema en un sentido comunitario. Es una práctica que la sociedad sigue sosteniendo. Cuando lo analizamos en una lectura social, entendemos que hay ciertas quemas emanadas desde el poder, desde arriba, que vienen si se quiere a ocultar, a tapar, a desarmar una trama. La quema de libros en dictadura es un suceso importantísimo a nivel social, así como la quema de los humedales actualmente. Hay una suerte de continuidad en la práctica de la quema que tiene grandes significancias. Pero también hay quemas que son desde abajo, populares, de resistencia, que tienen que ver con una reunión comunitaria alrededor del fuego para construir lo nuevo, para conjurarlo y pensar un fuego colectivo, que nos caliente y alimente a todos. Todo fuego entraña sus textos, la intención es leer entre las llamas y poder pensar una mirada crítica. Hay fuegos que son construidos hacia un lado y otros hacia otro. Elegimos incentivar los fuegos que nos reúnan colectivamente”, señala Darío Crosa, a la manera de un manifiesto, a Rosario/12.

Quema es una expresión más de Facultad Libre. Somos un proyecto con el que continuamente hemos buscado distintas formas de interlocución, comunicación y posicionamiento, frente al escenario político, a través de seminarios, talleres, siempre ampliando y buscando alternativas, así como con series documentales, presentaciones de libros, y propuestas de conversatorios. En este 2020 pudimos lanzar la Librería de la Facultad Libre, con presentadores y escritoras de la ciudad. Los encuentros eran fundamentales, algo estructural del proyecto. Ahora nos propusimos algo innovador, ante una temporalidad diferente”, prosigue Crosa.

“Con Quema hay algo de la reinvención que implica el nuevo tiempo, algo que de todas maneras ya venía pasando desde el vuelco a la virtualidad y las nuevas formas narrativas. Lo veníamos investigando, y al ser atravesado por la pandemia, se terminó de delinear un proyecto que, al igual que otros, pretende dialogar con el presente, desde un posicionamiento que cruce saberes y diferentes lenguajes. Es una revista transmedia porque justamente pretendemos que sea un dispositivo donde funcionen las notas más clásicas, escritas, con la producción de podcasts o de especiales interactivos. La revista es una plataforma que pretende conversar con el presente, combinando lo cotidiano, lo coyuntural, con las discusiones de fondo, que siempre están y nos resultan inherentes a la vida política, social y cultural de la ciudad, el país y la región”, comenta Amalia Prado.

“Hacia adentro de Facultad Libre, Quema es una herramienta más de trabajo, que tiene su vuelo propio pero que de alguna forma viene a potenciar lo que venimos haciendo junto a los desafíos del presente, sea en relación al recorrido de la Facultad Libre como espacio, como en virtud de los debates que se nos presentan ahora”, completa Florencia Tirelli.

-El término “revista transmedia” ya suscita una categoría particular, que admite relaciones con el papel y su vieja usanza, pero en otro entorno.

Amalia Prado: -La apuesta a la palabra y su circulación está en los orígenes de la Facultad Libre, y forma parte central del surgimiento de la revista. Pensamos en la palabra y su difusión, en la escucha y la propuesta, con la palabra pública en el centro. En relación al contenido, lo hemos estructurado en cinco géneros: ensayo, crónica, divulgación científica, reseña y entrevista. Un poco pensando en los diferentes lenguajes y temas, y en que la apuesta es siempre la de ampliar el público lo mayor posible, con diferentes géneros, que nos permitan pensar sobre distintos temas y registros.

Florencia Tirelli: -La idea es cruzar un poco la agenda más de coyuntura y la agenda pública política, con debates un poquito más de fondo, y no estar corriendo atrás de las noticias y lo que va pasando. No va a ser una revista periódica pero sí de contenidos semanales, con diversos géneros, que permitan otra accesibilidad.

Darío Crosa: -La Facultad Libre siempre puso la atención en dos campos que podríamos pensar por separado pero no es así, el de la educación y la cultura. Es un proyecto que intentó trazar un diálogo entre ambos. La intención está en continuar ese diálogo, porque es un diálogo permanente, porque no hay educación sin cultura ni cultura sin educación. Pararnos desde ahí tiene que ver con prestar atención a algunas líneas que van demarcando los caminos desde donde poder polemizar, para habilitar ciertas preguntas y cuestionamientos, ante aquello que entendemos culturalmente abona a una sociedad desigual, más violenta, y distinta de la que creemos como deseable.

Tirelli: -Una de las claves es lo local, que sea una revista transmedia desde Rosario, que lea ciertas claves de la política, de la educación, de la cultura, desde acá, sin dejar de lado lo regional, nacional o global.

Quema surge como otra de las maneras con la que Facultad Libre apuesta a la palabra, escrita en papeles o páginas virtuales; algo que encuentra su correlato en lo que Amalia Prado refiere de modo ejemplar: “cerramos el año 2020 con la publicación de un e-book de descarga abierta y gratuita: Aborto: la discusión maldita, de Laura Klein; terminamos apostando a la circulación de la palabra y con una difusión del mismo que está en dialogo con Quema, con la intención puesta en producir y discutir”.