A partir de algunas declaraciones del ministro de Agricultura, Luis Basterra, en las que adelantó que estudian destinar el porcentaje del Fondo Especial del Tabaco que se reserva para ejecutar obras de desarrollo para el sector, a la construcción de viviendas rurales y obras de saneamiento, como un incentivo para la generación de trabajo, las entidades de las siete provincias productora se pusieron en alerta y presentaron una nota manifestando su preocupación.

Durante una actividad en Misiones, el ministro de Agricultura de la Nación afirmó que está en etapa de elaboración un proyecto con esos recursos del FET. “Hablé con el ministro de Hábitat, Jorge Ferraresi, y él está muy emocionado con que podamos articular los distintos organismos del Estado nacional con los Estados provinciales para avanzar en esta línea política”, había dicho Basterra.

Lo que generó la inmediata respuesta de Cámaras y empresarios del sector que le recordaron que la legislación vigente establece que todos los proyectos financiados por el FET deben tener el aval de las entidades y las provincias.

Germán Martos, gerente de la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Salta (CoProTab), señaló que hicieron la presentación formal al gobierno nacional “para desestimar todo tipo de acción”. Contó que las declaraciones llegaron rápidamente a todas las provincias productoras y por eso a través de su Federación demostraron su malestar. “Los recursos de ese fondo vienen por Ley para ser complemento de la producción cuando vendemos en los acopios”, añadió.

El fondo tabacalero, integrado principalmente por los impuestos que se recaudan por la venta de cigarrillos, se divide en dos partes: el 80% va de manera directa a los productores en forma de subsidio directo y el restante 20% se destina a ejecutar proyectos con distintos fines que deben ser aprobados por unidades de coordinación integradas por asociaciones tabacaleras, Agricultura y los gobiernos provinciales.

Según se desprende de las declaraciones de Basterra, la Nación tendría planes para utilizar parte de ese 20%, que este año serían más de $4.500 millones, de los cuales a Salta le correspondería alrededor del 16%, y los tabacaleros se oponen a que según ellos, se modifiquen “los criterios de aplicación por parte de la Autoridad de Aplicación de los fondos”.

Con respecto a que afecta solo el 20% que no llega directamente a los productores, Martos sostuvo que el 100% les corresponde de alguna u otra manera “por más que decidan que sea una porción, porque cada uno de esos recursos tiene origen y destino definido”, y “disponer sin saber cuál es la necesidad de la producción nos parece desatinado, más aún con la coyuntura que tenemos”.

El representante de la Coprotab subrayó que tienen muchos compromisos “como el convenio de corresponsabilidad gremial para afrontar lo que es la compensación de aportes y contribuciones”, así como seguros de siniestralidad: “son fondos que ya están planificados”. Y advirtió que por considerarla una disposición ilegal, si se llegara a aplicar irían “hasta las últimas consecuencias”.

En la nota que enviaron al Ministerio de Agricultura, las entidades se quejaron por el retraso en la tramitación de los planes presentados por las unidades de coordinación provinciales para hacer uso de ese 20% del FET. En el caso de Salta, acusaron una deuda de $358.185.690.

Desde la cartera en cuestión contestaron que no hay nada cerrado ni definido y que podrían ser viviendas destinadas a los mismos pequeños productores “que en su mayoría ni siquiera son propietarios de las tierras que producen”, o a sus trabajadores, ya que se estaría pensando en viviendas rurales. Y argumentaron que “eso está establecido en el artículo 27 de la ley 19.800 (Ley Nacional del Tabaco)”. “Ese 20% está destinado a atender los problemas críticos, económicos y sociales de las áreas tabacaleras”, añadieron.

Por lo que consideraron que la situación de falta de viviendas y de trabajo, dentro de la crisis que atraviesa el país y que no escapa a la ruralidad puede ser tomada para invertir ese porcentaje del fondo, “no es una cosa tirada de los pelos”.