Un numeroso grupo de manifestantes colombianos fueron reprimidos por efectivos policiales que custodiaban el estadio Romelio Martínez de Barranquilla, lugar que albergó el partido entre River Plate y Junior por la cuarta fecha de la Copa Libertadores. "No es normal jugar en una situación tan inestable como la del pueblo colombiano", reflexionó Marcelo Gallardo tras el encuentro y agregó: “El resultado es una anécdota. No nos podemos ir contentos hoy”.

Después de ir perdiendo 1-0 durante casi todo el partido, River alcanzó el empate sobre el final. Así rescató un punto que lo deja más cómodo de cara a la clasificación para la próxima etapa de la Libertadores.

“Uno no se puede abstraer de lo que pasa", dijo el técnico de River, y planteó que no hay que dar por normal lo que ocurrió en Barraquilla. "Hubo gases lacrimógenos, estallidos, estruendos. No podemos mirar para otro lado”, afirmó.

Cuando el plantel de River realizaba el reconocimiento del campo, gases lacrimógenos que llegaron desde afuera del estadio afectaron la visión de jugadores y cuerpo técnico, por ende decidieron volver al vestuario. Esta situación había puesto en duda el partido de fútbol, aunque las autoridades de Conmebol insistieron que el partido no corría ningún riesgo de suspensión.

Las protestas en Colombia comenzaron el pasado martes 27 de abril contra el proyecto de reforma tributaria del presidente Iván Duque. El gobierno decidió reprimir las movilizaciones sociales: la violencia institucional dejó un saldo de al menos 41 muertos civiles.

Por este mismo motivo, la semana pasada River no viajó a Colombia y enfrentó a Independiente Santa Fe de Bogotá en la ciudad paraguaya de Asunción. En esta oportunidad, las autoridades de la confederación del futbol sudamericano determinaron que el viaje era seguro porque en Barranquilla el clima social “era más tranquilo”.

“El resultado es una anécdota”

Tras remarcar que el fútbol no puede ser ajeno a las situaciones sociales y políticas de cada país, Gallardo dijo que “el resultado es una anécdota. No nos podemos ir contentos”. “Sabía que iba a ser un partido duro, difícil de encarar por todo lo que se vivió previamente y durante el encuentro. Fue un viaje largo, con complicaciones, este domingo jugamos un clásico importante. Siempre tratamos de estar en este partido, ésas fueron las intenciones”, aseveró ya sobre el partido en sí.

“En el primer tiempo Junior iba a intentar tomar el control y la búsqueda del resultado. Necesitábamos gestionar los esfuerzos, no regalamos un tiempo: se dio así, el fútbol es así. Sin embargo, no dudé de la posibilidad de hacer rotar el equipo para llegar al domingo de la mejor manera”, concluyó Gallardo.