La negativa de Huachipato de Chile a cambiar su itinerario y el reglamento que impone la Confederación Sudamericana de Fútbol en el contexto de la pandemia le hacen perder la localía a Central para recibir el miércoles a los chilenos por Copa Sudamericana. El conjunto visitante no aceptó tomar un charter de Ezeiza a la ciudad y la dirigencia se resigna a tener que jugar en Buenos Aires, probablemente en cancha de San Lorenzo. El probable surge porque el aeropuerto de la ciudad no está habilitado para recibir vuelos internacionales.

El reglamento de la Conmebol exige a los clubes anfitriones jugar sus respectivos partidos a una distancia no mayor de 150 kilómetros del aeropuerto donde pueden arribar las delegaciones visitantes. En el caso de Huachipato, el plantel aterrizará en Ezeiza, dado que el Aeropuerto Internacional de Fisherton no está habilitado para vuelos internacionales por la imposibilidad de hacer migraciones, en el marco de las medidas sanitarias que se tomaron para el transporte aéreo desde el año pasado. Central le ofreció el club trasandino asumir los gastos de un vuelo charter que los traslade a la ciudad y después los devuelva a Ezeiza, pero Huachipato no aceptó. Por lo cual Central está obligado por reglamento a conseguir cancha en Buenos Aires. Al respecto, hay un acuerdo para jugar el partido en el estadio de San Lorenzo el miércoles a las 21.30, aunque resta aún la confirmación.

El plantel de Cristian González retomó los entrenamientos ayer en el country de Arroyo Seco. Para el encuentro del miércoles el técnico evalúa variantes en defensa, ante el probable regreso de Nicolás Ferreira. También está en condiciones de retornar Joaquín Laso, aunque por su bajo nivel en los últimos partidos su vuelta no es segura. El lunes habrá práctica de fútbol para despejar dudas del once titular. Central necesita ganar para trepar a la punta del grupo y aspirar así en la última fecha a obtener la clasificación a los octavos de final del certamen internacional.