Rosario volvió a superar la marca de los 1000 contagios diarios de coronavirus, como en octubre, el peor momento de la pandemia en la primera ola en la ciudad. La Secretaría de Salud municipal reportó ayer 1084 diagnósticos positivos en 24 horas, 21 pacientes fallecidos, y –a pesar de esto– disponibilidad nula de camas críticas en los hospitales de la ciudad. El intendente Pablo Javkin anunció ayer que esta vez habrá control más riguroso respecto del cumplimiento de la normativa de convivencia que el Ejecutivo provincial decidió finalmente ayer ajustar algo más, y aseguró que este es el momento más crítico desde que empezó la pandemia".

La provincia de Santa Fe sumó ayer 3086 nuevos casos positivos de covid, y 46 pacientes fallecidos. Algo menos de contagios que en la víspera (fueron 3302), pero casi el doble de defunciones en 24 horas. De esas cifras, Rosario reportó 1084 casos nuevos, y 21 víctimas fatales de la enfermedad. 

Otro dato apremiante es que ayer en la ciudad había 8103 personas cursando la enfermedad, mucho más ya que la franja de los 6000 casos activos que se manejaba en las últimas semanas. Los demás indicadores tampoco son buenos: un índice de contagiosidad por paciente de 1,08, cuando lo deseable es 1; y 941 contagios cada 100 mil habitantes, cuando lo manejable es 150.

Javkin corrigió la definición que habían admitido desde el Ministerio de Salud sobre la crisis: "No usamos la palabra colapso (sanitario), es injusta porque eso implicaría una caída del sistema de salud, y acá no hay caída, hay un esfuerzo extraordinario de todos los trabajadores y profesionales para atender a cada persona", valoró. Sin embargo, no le quitó dramatismo a la coyuntura. "Es la situación más crítica en nuestra ciudad desde que empezó la pandemia. No cabe otra cosa que tomar decisiones ante esa situación tan crítica. Hasta el 30 de mayo, hay que circular lo menos posible", encargó.

El pico de contagios detectados en un día estuvo el 20 de octubre del año pasado, con 1374 casos, pero luego la curva descendió hasta que en marzo volvió a repuntar, y ayer cruzó el límite de los 1000 casos. Eso aumentó la preocupación. En los hospitales anoche no había camas críticas disponibles, y la ocupación de sala general llegaba al 96%. A esta altura, la mitad de las personas internadas son pacientes con covid.

Javkin y Leonardo Caruana marcaron otra mala diferencia: "Más de la mitad de las camas críticas hoy la ocupan personas menores de 60 años, que el año pasado no necesitaba ni siquiera ser internada". "Hubo momentos en que el personal tuvo que ventilar manualmente a los pacientes", reveló el secretario de Salud.

Toda la esperanza por estas horas reposa en que la vacunación avance. Esta semana piensan llegar a las 250.000 personas vacunadas, y completar la población mayor a 60 años.

El intendente adelantó que desde hoy ejercerá "control y más control" con fuerzas de seguridad en la calle. "El control que antes se hacía en horario nocturno, ahora también será diurno", aseguró. Para eso ayer se reunió con autoridades de Policía provincial y fuerzas federales. Se preparan, esta vez, patrullajes disuasorios de reuniones en los parques y espacios públicos de la ciudad.

"Hay que sumar restricciones para movernos menos. Nosotros sumaremos controles y estamos tomando medidas que impactan mucho en los días laborales, pero donde necesitamos la ayuda más clara de la gente es en los días no laborales. Es por eso que pido que no nos juntemos y no hagamos reuniones por fuera de la primera burbuja de convivencia", enfatizó. "El virus está acá –añadió Javkin– y tenemos que guardarnos todo lo que podamos. No se le puede pedir aún más esfuerzo al personal de salud. Necesitamos una retracción fuerte de la circulación que impida la situación que sigue a la actual, que es la que ninguno quiere vivir: la imposibilidad de atender a quienes lo necesiten".