La decisión del Ejecutivo provincial de suspender las clases virtuales en la semana entrante no solo sorprendió al gremio docente, también provocó el rechazo de la oposición, que no dejó pasar otra coincidencia de decisiones de Omar Perotti con posiciones de Juntos por el Cambio, en concreto esta vez con el jefe de Gobierno de Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Las posteriores aclaraciones de Cantero, durante el sábado, levantaron nuevas oleadas de enojos de gremios y oposición. Lo marcó una voz autorizada en asuntos de educación como la diputada socialista Claudia Balagué, ex ministra del área en los gobiernos de Antonio Bonfatti y de Miguel Lifschitz. 

"Seguimos con estas alternativas inconsultas sin pensar realmente en la educación. Hubiese sido importante hacer un consenso educativo en este momento, convocando a los actores del sistema, trabajar con seriedad pensando en los chicos y chicas, en los jóvenes. Hay muchas alternativas ya estudiadas, especialistas que siguen publicando sobre lo que habría que hacer y no vemos aquí alternativas. Perotti vuelve a generar un dilema más vinculado a lo que hace CABA que a lo que propone el propio ministro de Educación de la Nación. Lo interpreto como una disputa histórica entre la derecha y el resto de los sectores populares, nacionales, de izquierda. Perotti estaría mucho más cómodo en Juntos por el Cambio, lo demostró el otro día al pronunciarse en contra del cierre de exportaciones de carne, y el bloque justicialista en Diputados ayer (por el jueves) se pronunció a favor del Presidente y en contra de lo que había dicho el gobernador", dijo Balagué a Rosario/12.

--Nicolás Trotta había cuestionado la decisión de Larreta de suspender las clases virtuales, y Balagué confrontó eso con la posición del gobierno provincial.

—No encuentro el motivo de no poder sostener un vínculo virtual o a distancia con los medios disponibles, un mínimo contacto pedagógico con los docentes. No se generó ninguna política activa para trabajar con los chicos que más lo necesitan. Al contrario: se cuestiona la escuela que trabajó todo el tiempo en la virtualidad y es la alternativa presente en pandemia. Muchos países plantean continuar con la bi modalidad, pero acá, en lugar de poner el foco en esta innovación educativa, hacemos cualquier otra cosa más vinculada a aquella disputa política.

—¿Cuáles son esos caminos que Santa Fe no explora en materia educativa?

—La bi modalidad con formación docente, y acompañamiento. Santa Fe tiene una cantidad importante de docentes formados y deben ser los formadores de los otros docentes. Hay que ayudarlos a hacer una buena virtualidad porque, si no, esto fracasa, no se trata de hacer lo mismo que una clase presencial. Hay experiencias y solo hay que consultar a los que saben y aprovechar el conocimiento acumulado de los docentes santafesinos. Hace falta una política pública.

—¿Y qué observa en lugar de política educativa?

—Un cúmulo de circulares, algunas contradictorias entre sí, y que los docentes se ven obligados a acatar. Me pregunto: si había un montón de escuelas que podían seguir trabajando en la virtualidad o a distancia, porque no siempre hay dispositivos... Este es otro punto: Santa Fe es una de las pocas provincias que no distribuyó dispositivos. ¿Por qué? No sabemos. ¿Por qué no compraron? Había que licitar una compra de dispositivos y llevarlos a los chicos que más los necesitan.

—Sobre eso, el gobernador le reclama a Diputados que mantiene cajoneado el proyecto de ley de conectividad.

—No hace falta una ley para hacer una licitación y comprar dispositivos, incluso para instalar conectividad. Nosotros pusimos fibra óptica entre Rosario y Santa Fe sin necesidad de una ley. Hay que licitar, con transparencia. Lo que Perotti quiere es una ley de endeudamiento por 100 millones de dólares, eso es lo que está en Legislatura, no una ley de conectividad. Son dos cosas muy diferentes.

—De todos modos, a una escuela periférica esta suspensión de virtualidad quizás le da lo mismo por la brecha digital que la excluye. La mayoría de sus alumnos está excluida de esta modalidad.

—Sí, pero las escuelas y docentes hicieron un esfuerzo enorme, y con la entrega de bolsones entregaban actividades para los chicos. No es virtualidad, pero sí educación a distancia, que es otra alternativa por explorar. ¿Qué hacen los chicos todo este tiempo sin vínculo docente en casa? 

—Docentes de escuelas en barrios vulnerables afirman haber perdido el año pasado el vínculo con hasta la mitad de sus alumnos.

—Sin dudas, y por eso el Ministerio no da a conocer la estadística de abandono escolar, aunque seguramente la tienen. El día que se sepa el nivel de deserción será un escándalo. 

—Usted fue ministra. ¿Qué hubiera hecho?

—Desde el año pasado hubiera encarado una formación muy fuerte con los docentes, los especialistas y los excelentes académicos que contamos en Santa Fe. Pero no una formación de un curso, sino de acompañamiento de todos los docentes para tener buenos resultados con estas alternativas pedagógicas. Hubiera comprado dispositivos tecnológicos, que lo hicimos en épocas sin pandemia que hasta los jardines de infantes tenían tablets para la alfabetización digital de los chicos. Y hubiera hecho lo que propusimos como ley que aprobamos en Diputados: ley de educación virtual, y ley de fortalecimiento del vínculo pedagógico, para que en los barrios de mayor vulnerabilidad acercar a un docente con dos o tres chicos para sostener ese vínculo que les era imposible de otra manera. Como suele suceder, el Senado no aprobó nada de todo esto, ni siquiera aprobó una Ley de Educación por miedo a la Iglesia.

—¿Qué opina de la posición radical de padres por las clases presenciales en pandemia?

—Nos hemos reunido con ellos, y les he dicho que en esta situación presencialidad al 100% es imposible porque aumenta mucho el riesgo con la movilidad de tanta gente: el sistema educativo moviliza 1 millón de personas todos los días, nada moviliza tanto como la educación. Pero sí hay otras cosas para hacer, aún sin posibilidad de presencialidad total. En esos grupos hubo algunos influenciados políticamente, y traté de llevarlos a una racionalidad mayor en este sentido. No todos, pero sí se notaba en algunos el mismo discurso que el que pregona Juntos por el Cambio.