La contaminación del zanjón que atraviesa la Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez fue comprobada por estudios realizados tanto por la Asociación Amigos de la Reserva y la Universidad Nacional de Rosario. En ese lugar se detectaron 91 veces más de bacterias coliformes totales que las permitidas para una cloaca (y no lo es), también tiene 90 veces más bacterias de excremento fecal y "un olor fuerte a ácido sulfhídrico" así como "espuma y algas con grasa de película blanca". Con estos datos --y tras una visita realizada junto a la asociación que lleva adelante la vigilancia ambiental-- la diputada provincial Mónica Peralta (GEN), presentó un pedido de informes, que fue aprobado, para que el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático indique "qué actuaciones se iniciaron para identificar y sancionar a los responsables de la contaminación con posterioridad a las denuncias realizadas en julio de 2020 sobre los daños ambientales y a la salud humana en la zona de la Reserva Natural". 

Desde el año pasado, la Asociación alerta sobre el vertido de efluentes en la zona, denunciando un peligroso aumento de los contaminantes y del daño ambiental. Además, tras las reiteradas denuncias, intervino el Ministerio Público de la Acusación a través de la fiscal María Laura Martínez, quien lleva adelante el caso y el seguimiento del origen del daño ambiental, poniendo el foco en las industrias y empresas de la zona.

El zanjón tiene la función de ser un aliviador pluvial, nace al oeste de la Avenida San Martín y desemboca en el arroyo Saladillo, en la zona sur de la ciudad de Rosario. Posteriormente se incorpora al Río Paraná, recorriendo más de 1500 metros dentro de la Reserva, siendo un área protegida de gran biodiversidad.

El proyecto de Peralta solicita que se informe y se investiguen las denuncias de contaminación en dicha zona del Arroyo Saladillo. "Es fundamental que el Ministerio de Ambiente avance en establecer líneas de investigación a fin de identificar y sancionar a los responsables de vertir efluentes contaminantes. Lo que ocurre en el arroyo Saladillo es perjudicial para la salud de las personas y daña el medioambiente. El olor es nauseabundo e irrespirable", expresó la legisladora, que integra la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputadas y Diputados de Santa Fe, 

Es por esto que Peralta exige que las autoridades se hagan presentes, a través del Ejecutivo provincial y del Ministerio de Ambiente, que no pueden seguir mirando para el costado. "Es necesaria su intervención para verificar lo que está sucediendo, sobre todo en el control de las empresas e industrias de la zona", agregó.

Peralta viene trabajando en este tema, ya en agosto de 2020 presentó un proyecto para que se investiguen las denuncias de contaminación que atraviesa la Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez, y en ese caso, si el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático provincial cuenta con el registro de actas de irregularidades e infracciones por parte de las empresas químicas, de industria frigorífica y metalúrgicas que están radicadas en la zona.

Si bien el canal es producto de la intervención humana, la biodiversidad del área protegida le brinda algunos beneficios como disponer de agua apta para consumo animal, favorecer el crecimiento de plantas acuáticas y albergar fauna asociada a cursos de agua como tortugas y peces, además de cumplir la función de pulmón verde de la zona. 

Por eso, las conclusiones del estudio de los Amigos de la Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez generan alta preocupación. "La poca cantidad, casi nula, de animales recolectados en los tres puntos de muestreo, es de gran preocupación. Los animales bentónicos, si el agua no está contaminada, son abundantes y muy diversos. La mayor cantidad de animales hallados son Dípteros, y dentro de este grupo, particularmente, moscas y mosquitos, que están asociados a cursos contaminados o con gran cantidad de materia orgánica. Respecto a los moluscos, solamente encontramos restos de sus valvas, lo que nos indica que en algún momento sí habitaron el zanjón", dice el trabajo realizado por la organización de la sociedad civil, y también destaca algo que los "obliga a seguir" con los estudios. "En la muestra número 1 no hallamos ningún organismo. Eso permite inferir que las condiciones fisicoquímicas de ese punto del zanjón no son ni fueron compatibles por algún tiempo, con las formas de vida, algo que sin dudas puede vincularse a perturbaciones de tipo antrópico, como descargas de material contaminante", aseguran. 

Es por eso que el último punto del pedido de informes de Peralta inquiere "si el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático tiene previsto avanzar con algún plan de revitalización ecosistémica tendiente a fortalecer la citada Reserva Natural de Villa Gobernador Gálvez".