El juicio que se sigue por el asesinato de la joven Jimena Salas y que tiene como imputados, por delitos colaterales, a Sergio Vargas y al marido de la víctima, Nicolás Cajal Gauffín, concluirá este miércoles 26 de mayo. 

En la jornada de hoy se producirán las réplicas y dúplicas o recontraréplicas de acusadores y defensas, se escuchará lo que tengan para decir los acusados antes de que el tribunal pase a deliberar, y luego se dará a conocer el veredicto.

Los dos juzgados no están acusados de haber dado muerte a Salas. Vargas está imputado como supuesto partícipe secundario del homicidio, que tiene agravantes. Cajal Gauffín está acusado de encubrir del crimen de su esposa. 

Jimena Salas fue asesinada el 27 de enero de 2017, en el residencial barrio San Nicolás de la localidad de Vaqueros, cercana a la capital salteña. Pese al tiempo transcurrido, en este juicio no se juzga a los asesinos materiales ni intelectuales si los hubiera, porque la investigación fiscal no logró dar con ellos. En la escena del crimen se hallaron dos perfiles genéticos masculinos, que serían familiares entre sí, pero permanecen sin identificar.

Los fiscales Ramiro Ramos Ossorio y Gustavo Torres Rubelt y la fiscala Ana Inés Salinas Odorisio solicitaron para Vargas la pena de 12 años de prisión efectiva. Por otro lado, pidieron 5 años y 6 meses de prisión efectiva para Cajal Gauffín. Los abogados de ambos imputados, pidieron la absolución lisa y llana y en el caso de Vargas, también el rechazo de una demanda civil que tiene en su contra. 

Por su parte, la abogada del niño y tutora oficial interina del Ministerio Pupilar, Marta Aguilar, quien representa a las hijas de la víctima, adhirió al pedido de la Unidad Fiscal en cuanto a los montos de las penas y además solicitó que se le quite la patria potestada a Cajal Gauffín respecto de sus dos hijas, que hoy tienen siete años de edad. También reclama una indemnización por daños y perjuicios de parte de ambos imputados a favor de las dos niñas.

La Asesora de Menores e Incapaces Claudia Flores Larsen adhirió al pedido de la fiscalía respecto a la pena para los dos imputados.

Vargas fue detenido y acusado formalmente recién en 2019. Viene afirmando que es inocente y se lo está usando como chivo expiatorio. Él mismo, al declarar en este proceso, aseguró que todo lo que atañe a la acusación fiscal es "una confusión" y que lxs fiscales están "equivocados". 

El 27 de enero de 2017 Vargas, un trabajador informal según la descripción de su defensa y de su familia, se encontraba vendiendo calzados en la zona en que se cometió el crimen. El hombre indicó que fue hasta Vaqueros porque pretendía encontrar a conocidos suyos para pedirles trabajo en obras de construcción ya que es albañil y plomero y también se dedicaba a la venta ambulante cuando no tenía trabajo. 

Para lxs fiscales, Vargas no era vendedor ambulante y se encontraba por la zona realizando "tareas de inteligencia" para marcar la casa de la víctima y colaborar de este modo con los asesinos.