El presidente Mauricio Macri volvió de su encuentro con su par estadounidense, Donald Trump, derrochando elogios y la realidad argentina lo aterrizó. "Siento alegría de participar en la bienvenida del rompehielos Irízar. Hace más de una década que tenemos fuera de servicio esta nave insignia, que representa mucho de lo que está pasando el día de hoy: demostrar nuestra capacidad de trabajo, lo que los argentinos somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos", se entusiasmó y un grito le desarmó el relato. "No hay trabajo, Macri" soltó un hombre y el rictus de Macri se transformó mientras saludaba a los comandantes del Irizar.

Macri insistió en resaltar la visita a Trump, aunque no logró ningún resultado concreto, ni siquiera la posibilidad de reabrir la exportación de limones, algo que la anterior administración norteamericana había habilitado. Al respecto, reconoció que Trump sólo le prometió que "va a arreglar" el problema de los limones.

El presidente resaltó que durante su paso de dos días por los Estados Unidos recibió "en todos lados" diversas "muestras de afecto por la Argentina" y "muchas ganas de ayudarnos", sin especificar precisamente en qué.

"A cada lugar que fui, lo que recibí fueron muestras de afecto por la Argentina, muchas ganas de ayudarnos", dijo Macri a jubilados del partido de Pilar, en un encuentro sin acceso a la prensa donde presentó al jubilado número un millón que se integró al denominado programa de Reparación Histórica.

El mandatario contó que en su mensaje a la dirigencia política y empresaria estadounidense transmitió que "esta transición ha sido dura" pero que comenzaron a darse "los pasos que corresponden para el desarrollo del país" y marcó: "Hemos cambiado, hemos aprendido, los compromisos que asumamos los vamos a cumplir". "Y la verdad que todos me dijeron: 'queremos acompañar a la Argentina, creemos en Argentina", cerró, mientras de fondo se escuchaba el grito de uno de los presentes: “Estamos peor que antes”.

Macri reiteró sus impresiones sobre los resultados de su visita a EEUU e insistió con que en ese país observó "muchas ganas de ayudar y apostar por nosotros". Además, ratificó el compromiso con la campaña antártica. 

Luego, el presidente visitó el recuperado rompehielos Almirante Irízar, que sufrió un incendio en 2007. Allí ratificó el "compromiso con el Programa Antártico" del Gobierno, al señalar que la reincorporación al servicio activo de la nave "representa mucho" porque demuestra "la capacidad de trabajo" en conjunto de los argentinos.