Día que pasa, día que se da marcha atrás con alguna cuestión en la Copa América. Este martes fue el turno del ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, quien señaló que los jugadores que participen del certamen finalmente no estarán obligados a vacunarse contra el coronavirus, algo que inicialmente el Gobierno de Jair Bolsonaro había puesto como condición para hospedar la competencia.

"No es una imposición la cuestión de la vacuna. Los que estén vacunados, mejor, pero no va a haber un esfuerzo para vacunar ahora porque la vacuna puede causar una reacción, y eso podría comprometer el ritmo competitivo de los jugadores", explicó el funcionario en declaraciones a la prensa.

Además, Queiroga, cardiológo de profesión que asumió el cargo en marzo último en lugar del desprestigiado general Eduardo Pazuello, agregó que "si se exigiera la vacunación en este momento, no tendrían inmunidad de aquí al inicio de la competición".

"Todos los partidos se disputarán sin la presencia de público, así que es un ambiente controlado", aseguró el ministro, que informó que todos los integrantes de los diez seleccionados se someterán a testeos PCR cada 48 horas.

En el caso de la Selección Argentina, son cinco los futbolistas que participaron de la última convocatoria y que ya tienen aplicada la vacuna contra el coronavirus. Se trata de Juan Musso, Rodrigo De Paul y Nahuel Molina, los tres del Udinese de Italia, además de Leandro Paredes y Angel Di María, ambos del París Saint-Germain de Francia.

La semana ya había comenzado agitada para las autoridades brasileñas ya que el lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió al país sede que el "consejo" de la entidad es que "cualquier país que organice un evento masivo, especialmente cuando hay transmisión comunitaria, se asegure de que tiene un manejo de riesgos apropiado".

"La OMS no puede tomar decisiones por los gobiernos o los comités organizadores. Nosotros hacemos una evaluación de riesgos y aconsejamos sobre eventos masivos cuando nos lo piden, sean religiosos, deportivos u otros", comentó Mike Ryan, director de emergencias sanitarias.