La Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) y el Archivo General de la Nación (AGN) dictarán, a partir de agosto, la Diplomatura en Archivística y Gestión Documental. Se trata de una propuesta que apunta a formar profesionales para la “organización y gestión de archivos institucionales y personales”, que “puedan desempeñar funciones en cualquiera de las etapas del sistema de gestión documental”.

En diálogo con este Suplemento, el director del AGN, Pablo Fontdevila, reconoció la necesidad de formar recursos humanos en esta materia. Tras subrayar el “rol rector” de la institución, aseguró: “Nos corresponde, nos compete y asumimos la responsabilidad de participar en la formación de esos recursos humanos para el trabajo de archivo”.

En ese sentido, Fontdevila ponderó el aporte de la diplomatura, enmarcada en la celebración por los 200 años del AGN, cuyo “diseño académico y curricular cumple ampliamente las necesidades de la archivística tradicional y los desafíos de la tecnología en los archivos contemporáneos”.

Por su parte, la directora de Gestión de Fondos Documentales del AGN, Samanta Casareto, destacó el carácter virtual de la propuesta y remarcó la importancia de “tener una capacitación federal”. “Más allá de que hay formación a lo largo del país, veíamos que no llegaba a ciertos lugares”, explicó Casareto, para quien la capacitación de profesionales es “fundamental” a la hora de garantizar el acceso a los archivos.

En tanto, la coordinadora general de la Diplomatura y secretaria académica del Instituto de Investigación en Arte y Cultura Dr. Norberto Griffa (IIAC) de la Untref, Paula Hrycyk, valoró las experiencias del AGN y la Universidad, y sus aportes para “generar un programa que atiende a las necesidades de distintos tipos de archivos”, tanto públicos como privados. “Todos tienen elementos que colaboran con la construcción de patrimonio y es importante trabajarlos y tener las herramientas para hacerlo públicos”, enfatizó.

Entre otros objetivos, la diplomatura apunta a que los graduados “sean capaces de diseñar e implementar planes de preservación y conservación del fondo documental” y “aprovechen el conocimiento archivístico poniéndolo al servicio de los usuarios, haciendo conocer la importancia de los archivos como testimonio y memoria institucional, social y cultural”. Con una duración anual, el plan de estudio contempla siete módulos: “Introducción a la archivística y nociones de gestión documental”; “Identificación y clasificación”; “Conservación y control físico”; “Descripción normalizada”; “Valoración, selección y eliminación”; “Digitalización documental y preservación digital”, y “Archivos y vínculos con la ciudadanía: difusión, acceso y derechos”.

Según Hrycyk, la propuesta condensa el trabajo de “una red de gente que viene pensando sobre la archivística, no solo en términos de capacitación de técnica”. “Hemos empezado un ejercicio de puesta en valor, donde lo que comenzamos a ver en los archivos y bibliotecas son lugares de preservación, guaridas donde protegemos todo aquellos que tenemos olvidar, lugares donde cobijar la memoria y hacerla pública y hacerla circular”, resaltó.