“¿Cómo seguimos buscando a los Nietos si no tenemos teatros?”, fue la pregunta que se hizo la comisión directiva de Teatro x la Identidad en medio de la pandemia. En este enrarecido contexto social el brazo teatral de las Abuelas de Plaza de Mayo -uno de los movimientos culturales más vitales y relevantes de la historia del país- está cumpliendo dos décadas. En rigor, se cumplieron el año pasado, porque en junio de 2000 estrenaba el semimontado A propósito de la duda, con dramaturgia de Patricia Zangaro y dirección de Daniel Fanego, la obra que fue el germen del ciclo propiamente dicho, nacido un año después. Se realizó ininterrumpidamente todos los años en estos 20. Y en este aniversario, trasladado a la virtualidad, tomará una forma que no tomó nunca antes: la de un congreso.

“Estamos con los festejos con delay. El año pasado, con la idea de festejar nuestros 20 años habíamos proyectado una cantidad enorme de actividades: un festival, un programa de TV, ir a los barrios. Y apareció la pandemia”, cuenta a Página/12 la actriz y gestora cultural Andrea Villamayor, integrante de la comisión directiva de TxI. “El congreso es una idea que veníamos madurando desde antes. La pandemia nos dio el impulso. Es una invitación a reflexionar sobre qué es la identidad”, define.

El "I Congreso Internacional Teatro x la Identidad" se realizará durante tres días consecutivos a partir del jueves 17. Fue organizado en conjunto con el Departamento de Artes Dramáticas de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). Les panelistas son referentes de variadas disciplinas (“cine, teatro, música, filosofía, política y periodismo”). Entre elles se encuentran Liliana Felipe, Jesusa Rodríguez, Jean François La Bouverie (Théâtre du Soleil), Daniel Santoro, Adriana Barraza, Bruno Stagnaro, Claudia Piñeiro, Zangaro, Fanego, Ricardo Forster, Luis Gayol (TxI Londres), Eduardo Aliverti, el “Bicho” Gómez y Estela Díaz. Para participar hay que inscribirse en la misma página donde se podrán seguir las actividades (congreso.teatroxlaidentidad.net). 

Con tres ejes -pensamiento, teatro, arte-, la programación incluye conferencias magistrales, plenarios, mesas redondas, debates de ponencias que surgieron de una convocatoria, desmontajes de espectáculos y performances (ver abajo).

“Después de mucho tiempo de hacer funciones en universidades que recibían nuestros espectáculos itinerantes y que también venían a estudiarnos para hacer tesis, decidimos dirigirnos al público académico, o intentar unirlo con el público más usual que gusta de la cuestión teatral”, explica Luis Rivera López, otro de los 13 integrantes de la comisión. De los obstáculos, finalmente el colectivo extrajo ventajas. “La desgraciada situación pandémica nos permite hacerlo en forma virtual y es gigantesco, increíble. Nunca hubiéramos podido hacerlo pagando pasajes para los invitados. O no hubiéramos encontrado una sede con la cantidad de salas que necesitamos”, añade Rivera López.

La realización del Congreso entrelaza dos objetivos: conquistar nuevos públicos, cruzar la frontera. “Participan una cantidad de países… Las conferencias internacionales son con invitados de Francia, Londres, Estados Unidos, España. Hay alrededor de 60 expositores de ponencias, de Colombia, Brasil, Portugal, Italia, México, Ecuador", enumera Villamayor. Estudiado incluso por investigadores de otros países, Teatro x Ia Identidad se ha replicado en Inglaterra, Italia, Francia, Uruguay y España. “Queremos llevar a otros países la palabra de este movimiento de teatro político que se suma a la búsqueda de las Abuelas. Encontrar nietos de otros países, tanto en América latina como en Europa", expresa la actriz.

Necesitamos estar renovando los públicos para no caer en la trampa de convencer a los convencidos. Sabemos que somos muchos los convencidos. Pero los Nietos no están entre ellos, sino entre los que hay que convencer. Los que recuperaron su identidad han pasado su vida entera pensando de otra manera y han descubierto una nueva manera de ser y de pensar. Son una verdadera metáfora de lo que la sociedad debiera para poder encontrarse o reencontrarse consigo misma”, concluye Rivera López.

El nacimiento del ciclo

A propósito de la duda, obra estrenada en 2000, germen de TXI.

TxI irrumpió en la escena nacional como una única obra que recorría testimonios de hijos de desaparecidos y de Abuelas de Plaza de Mayo y giraba en torno al robo de bebés.

 

Cuando estrenó A propósito de la duda era lunes. La fila daba vuelta la esquina del Centro Cultural Rojas. La entrada era gratuita; los actores trabajaban adhonorem, dos modalidades que al día de hoy se mantienen. Fanego pidió al elenco una función más. Se hicieron dos, de corrido, a sala llena. Ese mismo día, a modo de señal, apareció un Nieto. Finalmente hubo funciones del espectáculo hasta fin de año, en distintos escenarios, pasando por el Centro Cultural Recoleta y escraches.

Una sola obra no bastaba. La comunión entre artistas, Abuelas y Nietos pedía más, y se sumaba la respuesta que hubo de parte de la sociedad. Hubo una numerosa asamblea de artistas en Teatro del Nudo, y entre noviembre de 2020 y enero de 2021 se cocinó lo que actualmente se conoce como Teatro x la Identidad. 200 proyectos se presentaron al concurso de la primera edición, con lanzamiento en marzo. Hubo 44 espectáculos en 10 salas de la Ciudad. Significativa la cifra de espectadores: 30 mil.

Para Rivera López, A propósito… fue una suerte de “pre movimiento”, estrenado “en un país que había indultado a los jefes militares, no impulsaba los juicios a genocidas, y en el cual la lucha de los referentes de derechos humanos estaba cajoneada”. “Había una suerte de necesidad de militancia. De volver a pensar en el otro y en una sociedad que pudiera ser mejor, más justa", contextualiza el actor, director y docente, que se sumó a la convocatoria de 2001. Todos los espacios de reunión quedaban chicos; la cantidad de obras que se presentaron al primer concurso superó las expectativas. "Fue una verdadera expresión de compromiso, cuya onda expansiva llega hasta hoy. TxI fue el puntapié de una nueva época en la cual los derechos humanos se pusieron en el tapete”, define.

El brazo teatral de Abuelas es el único artístico que no ha perdido continuidad. Se lo suele ver como una remake de Teatro Abierto. A lo largo de todos estos años, encaró múltiples formatos y buscó llegar a públicos diversos, desde hace un tiempo también a la generación de los bisnietos. De la “temática directa” de la identidad -es decir, la vinculación sin tanta metáfora con la realidad- pasó a abordarla en sentido más amplio. Su oferta incluyó desde obras en teatros comerciales cedidos por los productores de la AADET hasta un programa de radio, pasando por espectáculos en los circuitos independiente y oficial, libros, un programa televisivo, ferias. Pisó escuelas, estadios de fútbol, plazas, excentros clandestinos de detención, centros culturales. En 2012 interpeló a las fuerzas armadas y a la Policía. En las funciones siempre hubo marcada presencia de Abuelas o Nietos leyendo una carta

“De ser un grupo de actores que tomaba café en un bar y pensaba ‘qué hacemos’ pasamos a ser una asociación civil sin fines de lucro con sede propia. Al principio éramos re sui generis, improvisados, súper informales. Artistas. Seguimos improvisando cada tanto. Pero tuvimos que aprender que si queríamos dar un salto teníamos que empezar a organizarnos distinto”, dice Villamayor, quien añade que, pese a recibir apoyo de muchos organismos del Estado, todavía el movimiento no cuenta con subsidios fijos: tiene que salir a pelearlos en cada edición.

Sea con espectáculos en cartelera o con un congreso, el objetivo fue y es siempre el mismo: encontrar a quienes todavía no saben quiénes son. Dos cosas suceden siempre que TxI está por comenzar. Los teléfonos de Abuelas suenan sin parar y muchas veces aparece un nieto.

 

Otras voces

Daniel Fanego (actor, director de A propósito de la duda): “Como alguna vez dijo Estela, o como decían las Abuelas en su conjunto, Teatroxlaidentidad fue modificando el modo de entender el tema de la identidad, como lo hicieron otras disciplinas. Ellas ponían el caso de los genetistas o la psicoterapia. En el caso del teatro ocurrió algo similar. Nosotros éramos actores, directores, iluminadores, vestuaristas. Nos encontramos con una situación inédita. Hubo que aprender palabras nuevas y el modo de poder hacer llegar al público la situación de los chicos y chicas apropiados por miembros de la dictadura cívico-militar. Aparecieron obras que estaban muy bien escritas y representadas, pero revictimizaban la situación. De pronto, el ciclo ejercía una función que no era la que correspondía o necesitábamos. Hoy se conocen festivales temáticos, pero en ese momento hubo que hacer un ejercicio, un entrenamiento, de saber que nuestro trabajo tenía que estar enmarcado dentro de la línea de Abuelas. Lo que no significa dejar de ser actor, director, autor, y poner a trabajar la imaginación y sensibilidad, pero sí comprender que la consigna de las Abuelas estaba por delante. TxI es un hecho político asumido por actores, actrices directoras, escenógrafas, vestuaristas, productoras, dueños y dueñas de salas. Produjo un cambio personal y subjetivo en cada uno. También una unidad muy monolítica en el grupo que trabajaba, tanto el primer año como de ahí en adelante. El ciclo surgió por la fuerza que tuvieron el estreno y las representaciones de A propósito de la duda. Y la repercusión del público, siempre muy estimulado e interesado en lo que ocurre arriba del escenario. Fue un punto de inflexión en el mundo del teatro”.

Adriana Barraza (actriz y directora mexicana): “Cuando el arte tiene una misión mucho más allá de expresar una idea o lo que está sucediendo en el momento, cuando toma acción para ayudar, sostener, dar luz a su comunidad es cuando es un arte completo. Por eso creo que TxI es una de las más maravillosas manifestaciones teatrales que he visto en mi vida. Cuando supe de su misión, además de conmoverme inmensamente, como ser humano me dio esperanzas y la oportunidad de ver lo que puede hacer un grupo artístico por  levantar la voz y hacer algo extraordinario, en este caso, la recuperación de seres humanos. Qué más extraordinario que eso. Son personas que tienen toda mi admiración, porque además de todo lo hacen de una manera en donde no se persigue más que otra cosa que lograr ese objetivo”.

 

La peste del supremacismo

Por Liliana Felipe*

 

 

Las Madres, H.I.J.O.S, Familiares, Abuelas de Plaza de Mayo son una inspiración y una guía fundamental en la lucha por los DDHH. Siendo yo familiar de desaparecidos, me han ayudado no solo a a entender este dolor incomprensible, sino a ampliar la rendija de la ética y de la justicia, y así poder aumentar mi margen de consideración hacia otros individuos, que siempre han estado ahí, pero que no escuchamos ni vemos, ni entendemos ni nos importan hasta que nos importan. 

 

 

 

De eso quiero hablar, de lo que ya dijo Gandhi en su momento: “La violencia comienza con el tenedor” y unido a “somos lo que comemos”, quizá nos permita recuperar nuestra identidad animal y dejar atrás el antropocentrismo. Es un privilegio para mí haber sido convocada por TxI, porque junto a mis compañeras Jesusa Rodríguez, directora de teatro y actual senadora, y la doctora Juli Busqueta, abogada y activista, tenemos algo para decir a propósito de la peste del supremacismo que tanto dolor provoca.

*Compositora, pianista y cantante.

 

 

 

La sanación de una gran herida

Por Bruno Stagnaro*

 

El trabajo que llevan adelante las Abuelas, el intentar reconstruir un entramado de identidad que fue quebrado de un modo tan violento, es indudablemente tan necesario como (me imagino) agotador: requiere una perseverancia y una constancia desplegada en el tiempo que sólo logro explicarme cuando la pienso a través del impulso que te da un gesto de amor genuino. 

Pienso en el tiempo que ellas llevan lanzando sus llamados, esas botellas al mar, y en la espera pacientemente que alguno de esos mensajes llegue finalmente a destino... Sabiendo que se necesita un pequeño milagro para que el encuentro entre quien busca y quien es buscado suceda en el momento justo para germinar una pregunta simple: ¿soy quien realmente creo ser (o quien me dijeron que era)? 

No se me ocurre tarea humana más noble y entiendo que, si bien las búsquedas que realizan las Abuelas surgieron por un dolor individual y personal, de algún modo cada restitución de identidad implica un pequeño aporte para la sanación de una gran herida común que tenemos como sociedad.

*Cineasta.

Para anotar en la agenda

A las 10. Panel “Identidad, política y ADN”, con Víctor Penchaszadeh, médico genetista; Manuel Gonçalves Granada, miembro de la comisión directiva de Abuelas de Plaza de Mayo y secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad. (CoNaDI), nieto restituido; Victoria Montenegro, legisladora de CABA, nieta restituida;
Daniela Ballester, periodista. Modera: Fernando Borroni, periodista.

 

A las 17. Acto inaugural, con Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas; Sandra Torlucci, rectora de la UNA; y Andrea Villamayor y Luis Rivera López, de Teatroxlaidentidad.

A las 18.30. Panel “Identidad, comunicación y derechos humanos”. Participan Estela Díaz, ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires; Horacio Pietragalla, secretario de Derechos Humanos de la Nación, nieto restituido; Eduardo Aliverti y Ricardo Forster. Modera: Laura Fernández.

A las 20.30. Conferencia “El Théâtre du Soleil y la identidad: diálogos entre el pasado y el presente”. Por Jean-François La Bouverie, del Théâtre du Soleil y la Asociación Internacional de Defensa de Artistas Víctimas de la Represión en el Mundo. Con la participación de Liliana Andreone, directora de DDPP del Théâtre du Soleil. Presentadora y moderadora: Moira Cristiá. Magister y Doctora en historia.