Mientras las críticas de propios y extraños no cesan, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio avanzan contra viento y pandemia y ya cuentan con la siempre infaltable Villa Olímpica, inaugurada este domingo en un evento con presencia de la prensa.

A poco más de un mes para el inicio de la competencia (se llevará a cabo del 23 de julio al 8 de agosto), la organización abrió por primera vez las puertas de la Villa Olímpica que a partir del 13 de julio empezará a recibir a los primeros atletas.

Los edificios ubicados en la zona de la Bahía de Tokio albergarán a 18 mil atletas y miembros de las todas delegaciones participantes.

La novedad para esta edición de los Juegos fue la instalación de una clínica que funcionará especialmente para detectar y/o aislar a los casos de covid-19. Por su parte, los atletas sólo podrán salir de la Villa Olímpica para entrenar o para competir, mientras que se someterán a hisopados diarios y deberán utilizar barbijo en todos los sectores comunes. De incumplir con las medidas, serán sancionados.

Además, el director general de la Villa Olímpica, Takashi Kitajima, advirtió que no permitirán las fiestas y el consumo de alcohol deberá ser individual. "Cuando consuman alcohol, en principio, se rogará que beban solos", declaró el funcionario.

Las habitaciones de la Villa Olímpica tendrán una medida estándar de nueve metros cuadrados para las simples y de doce para las dobles.

Por otra parte, en el ingreso de la Villa Olímpica se construyó el "Village Plaza", un complejo de esparcimiento y centro comercial para todos los atletas de 5.300 metros cuadrados. La particularidad es que toda la madera utilizada en dicho sector será reciclada cuando finalice la actividad.