En la onceava edición del CIE se incluirá con el código MG2A a la vejez en la sección de síntomas generales.

El CIE es la Clasificación Internacional de Enfermedades, editado por la Organización Mundial de la Salud quien determina la codificación en número y letras de las enfermedades y problemas de salud. El propósito es incorporar para enero del 2022 a la vejez como una enfermedad. La versión preliminar puede consultarse en la página oficial de CIE-11. 

El envejecimiento de las personas es un proceso que, lejos de ser patológico o cargado de los estereotipos que definen actualmente lo que es ser “viejo”, puede desarrollarse con un transcurso saludable de optimización de las oportunidades para mantener y mejorar la salud tanto física como mental, con independencia y calidad de vida. Para esto es necesario elaborar respuestas de salud pública a los desafíos que se aproximan.

En los adultos mayores la gran mayoría de los problemas de salud son debidos a trastornos crónicos que son enfermedades no transmisibles, siendo posible su prevención y retraso con la inclusión de comportamientos y hábitos que propician la salud, los cuales se alcanzan mediante la implementación de políticas públicas.

Se estima que para el año 2025, la cantidad de personas con más de 60 años alcanzará los 1.200 millones, y para el año 2050 llegará a los 2.000 millones, de los cuales el 80 % vivirá en los países en vías de desarrollo, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas.

El Estado está frente al reto del progresivo aumento en la demanda de cuidados en la vejez. El aumento de la esperanza de vida y la población mayor de 75 años, junto con el descenso de la fecundidad y la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral implica para un futuro próximo, la disminución de la capacidad de brindar cuidados a los adultos mayores de la familia por parte del actor principal que ha desempeñado esta función históricamente, la mujer.

En los países de América Latina, que suman una situación de precariedad económica sin un sistema de salud público sólido ni servicios sociales presentes que garanticen calidad de vida a lo largo del proceso de envejecimiento, la situación se complejiza. No es el caso de la Argentina, que mediante el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados y la Administración Nacional de la Seguridad Social ha dado respuesta a las heredadas y nuevas problemáticas de los adultos mayores. Siendo líder en toda la región con el Programa en Asistencia Médica Integral que incluye prestaciones médicas y sociales para jubilados y pensionados.

La importancia de esta problemática radica en la necesidad de cuidados como un riesgo social, que requiere que los Estados de toda la región acepten el envejecimiento como prioridad en las políticas públicas.
El marco de políticas de protección deben estar destinadas a otorgar derechos de forma específica a la población de edad avanzada y en términos de seguridad de ingresos, acceso a la salud y entornos inclusivos.

El periodo 2021-2030 fue declarado la década del Envejecimiento Saludable, como
una estrategia para lograr las acciones destinadas a construir una sociedad para todas las edades. Requiere que se ponga en relevancia la disparidad de género de este fenómeno social, se profundice en un modelo que no discrimine por edad y se acepte a la vejez como una etapa más de la vida y no una patología.

* Médica especialista en Medicina Familiar. Auditora de Servicios de Salud. Médica de Cabecera del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados.