El primer juicio de lesa humanidad que se realizó en el país tras la caída de las leyes de la impunidad sucedió en La Plata, hace 15 años. Tuvo al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz como único acusado, a históricas referentes de la lucha por la memoria, la verdad y la Justicia, como Nilda Eloy y Adriana Calvo, como querellantes y testigas, y el golpe más terrible que el proceso de judicialización de los crímenes de la última dictadura recibió desde sus comienzos: la segunda desaparición de Jorge Julio López, testigo y querellante en el debate. Para recordar aquel proceso las Prosecretarías de Derechos humanos de la Universidad Nacional de La Plata y de su Facultad de Humanidades y de Ciencias de la Educación, en el marco del Programa de Apoyo a Juicios, junto con la Comisión Provincial por la Memoria, lanzaron una iniciativa para construir un archivo colectivo de memorias de aquella experiencia.

“El juicio contra Etchecolatz tiene el valor de haber abierto las puertas de una verdadera ‘catarata de justicia’ que se ha transformado en característica distintiva de nuestro país a nivel internacional”, definen desde la convocatoria, que apunta a “reconstruir la memoria colectiva” que se produjo en torno de aquellas jornadas históricas que sucedieron entre el 20 de junio y el 19 de septiembre de 2006, pero también del proceso que desembocó en el histórico juicio y lo que éste dejó a su paso. Reunirán y difundirán todos los aportes en un sitio web abierto. 

Aquel “acto inaugural” del proceso de judicialización de los crímenes de la dictadura post leyes de impunidad comenzó hace 15 años y se desarrolló durante tres meses en el salón Dorado de la Municipalidad de la capital provincial. Sin embargo, la Plaza Moreno y toda la ciudad fueron el escenario de múltiples iniciativas que acompañaron el juicio. Incluso se convirtieron en base de los reclamos de aparición con vida de Jorge Julio López, testigo sobreviviente del circuito Camps y querellante que el 18 de septiembre de 2006, el día en que sus abogadas debían comenzar con su alegato y un día antes de que se conociera la sentencia, desapareció por segunda vez. Las calles de la ciudad fueron las primeras en reclamar aparición con vida para él.

Entonces no existían las redes sociales como el dispositivo principal mediante el que se difunden los juicios de lesa hoy. Y si bien existen dos registros audiovisuales de aquellas audiencias --uno a cargo de la CPM y otro de la Asociación Anahí, fundada por la abuela de Plaza de Mayo Chicha Mariani--, no hay nada sistematizado sobre lo que pasó fuera de aquel salón. La iniciativa del programa Apoyo a los Juicios y la CPM busca reunir, sistematizar y poner a disposición pública todos los registros que haya sobre “la expresión popular que envolvió al juicio, la militancia que se nucleó en torno del reclamo de juicio y castigo, del debate en el juicio y de la desaparición de López. Un montón de personas se suman a la militancia a partir de este juicio, de lo que significó, de lo que marcó”, describió Guadalupe Godoy, directora de Programas de Memoria y Reparación Histórica de la Prosecretaría de Derechos Humanos de la UNLP y una de las abogadas querellantes en aquel proceso.

Sandra Raggio, integrante de la mesa ejecutiva de la CPM, explicó que la convocatoria “a todas las personas que allí estuvieron a que envíen sus registros, fotos, audios, notas, videos” busca “resaltar el acontecimiento como hecho histórico, con sus singularidades. Marcarlo como un recomienzo, pero también como novedad”.

El repositorio, alojado en la web de la CPM y de acceso libre y gratuito, tuvo su puntapié  inicial desde las instituciones, con las gacetillas que en aquel entonces enviaba el colectivo Justicia Ya!, con lo que iba aconteciendo jornada tras jornada, fotografías y documentos de la causa. “Queremos que circule, que un documento se nutra de otros, se trame en un relato coral, para ampliar las voces, los tonos, los registros de la memoria de los procesos de memoria”, concluyó Raggio. La intención es ir ampliándolo progresivamente con los aportes de quien tenga documentos vinculados: audios, fotos, afiches, videos; relatos en primera persona.

Godoy integra la Liga Argentina por los Derechos Humanos. Compartió con Myriam Bregman la representación de los sobrevivientes Nilda Eloy, Jorge Julio López y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos en el juicio contra Etchecolatz en 2006. Para ella, impulsora además de la iniciativa de reconstrucción, aquel debate fue importante por “la irrupción de las querellas en la escena de justicia y la presencia del movimiento popular que había luchado durante años contra la impunidad” como partes acusadoras en la sala de audiencias. “Con el derecho a sentarse ahí”, remarcó en diálogo con PáginaI12. Godoy acompañó, y sigue acompañando al día de hoy, a las querellas en casi todas las causas de lesa humanidad de la jurisdicción platense. El hecho de haber inscripto por primera vez en el discurso de la Justicia la caracterización de la dictadura como un genocidio “también lo convierte en fundamental y fudacional”.