Desde Roma

Los italianos saltaron de alegría y respiraron profundamente luego de saber, después de 16 meses de encierro, que desde el pasado domingo casi todo el país está en Zona Blanca, es decir con un mínimo de contagios por coronavirus y muy pocas restricciones. Sólo una región quedó en Zona Amarilla , Valle D’Aosta, al norte del país, en la frontera con Suiza y Francia. Los otros colores de zonas que antes “pintaban” el país con un considerable aumento cotidiano de contagios, Naranja y Rojo, ahora no tienen ninguna representación en toda la nación.

Levantamiento de restricciones

Muchas restricciones han sido eliminadas y los italianos podrán hacer finalmente la vida social que extrañaban tanto. No hay límites para la apertura de restaurantes, bares, negocios, centros comerciales. Los restaurantes pueden alojar también a clientes en zonas cerradas (antes era sólo al aire libre) pero con un máximo de 6-8 personas por mesa, siempre distanciados. Se han abierto también cines y teatros al aire libre, una tradición bastante común en los veranos italianos, sobre todo cuando el país sufre temperaturas que superan a veces los 40 grados con altísimos niveles de humedad, como está pasando en estos últimos días en varias regiones.

Gimnasio y clubes deportivos también están abiertos y se puede practicar deportes o gimnasia incluso en salas cerradas. Los hinchas pueden ir a ver los partidos de fútbol. Claro el número de asistentes es mucho más limitado que antes porque deben estar distanciado, pero los italianos de todas maneras están chochos, porque si no van al estadio pueden ver los partidos por televisión en casa con los amigos o en las cervecerías.

Todavía no está claro que sucederá con las discotecas a las que las autoridades sanitarias consideran lugares de alto riesgo por la cantidad de gente que se amontona. Al parecer podrían abrir pero no para bailar sino como bares.

El uso de barbijo 

Y desde el 28 de junio, además, se podrá eliminar el uso obligatorio al aire libre de la mascarilla o tapabocas. De todas maneras las autoridades sanitarias aconsejan tener siempre consigo una mascarilla para poder usarla en caso de amontonamientos, de ingreso a lugares llenos de gente como los mercados o los supermercados. Pese a estas libertades, seguirá siendo obligatorio el uso del tapabocas dentro de los hospitales o centros de salud y en los medios de transporte como los micros, trenes, subtes y aviones. Seguirá siendo obligatoria también para las personas frágiles o con patologías inmunológicas. El comité técnico científico que asesora al Ministro de la Salud, Roberto Speranza, insiste de todas maneras en que “las mascarillas representan uno de los medios más eficaces para reducir la circulación del virus”.

Vamos a la playa 

También las playas que rodean prácticamente toda la península, están abiertas sin limitaciones. El año pasado en muchas zonas había que reservar la sombrilla y el lugar con anticipación, que debía además estar separado al menos dos metros de la sombrilla vecina. En otras playas había gente del municipio que antes que los visitantes entraran, escribían nombre y apellido de cada uno para avisar a los otros que le estuvieron cerca, en caso de que uno de ellos se contagiara de coronavirus. Los casos de coronavirus, en efecto, son registrados por el sistema sanitario quien así puede advertir a los que estuvieron cerca del enfermo para que se hagan controles.

Los datos de hoy martes hablan de 835 nuevos casos de coronvirus y de 31 muertos. Italia ha vacunado con las dos dosis a casi el 27% de la población lo que significa poco más de 16 millones de personas (sobre un total de poco más de 60 millones). Se espera llegar en setiembre a la mayoría de la población

“Hasta que el número de muertos no sea cero en todas las regiones italianas, tendremos que seguir nuestra batalla. Pero claro, en comparación con los informes dramáticos con cientos de ciudadanos que perdían la vida hace algunos meses, ahora estamos en un período distinto de esta batalla”, comentó el ministro de Salud, Roberto Speranza, que de esta manera llamó a los italianos a no bajar la guardia.

Paralelamente otras dos noticias positivas surgieron en estos días. En primer lugar una muy afectuosa, ligada al agradecimiento que todos los italianos deben al personal sanitario en todo el país. Por eso la Zecca del estado, es decir donde se diseñan y fabrican las monedas, presentó esta semana una moneda en la que se ven a un médico y una enfermera y arriba la palabra “Gracias”. La moneda es de 2 euros y entrará en circulación en algunas semanas.

Plan de recuperación

La segunda noticia mucho más importante por cierto pero menos ligada a los afectos, se refirió a la aprobación por parte de la Comisión Europea, del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia o Recovery Plan, presentado por Italia para aprovechar los fondos destinados a los países miembros por la Unión Euopea (el Next Generation EU). Italia es uno de los países que más fondos recibirá en varios años. Se habla de más de 200.000 millones de euros que usará en distintas áreas contenidas en el plan presentado y aprobado por la Unión Europea.

“Es una jornada de orgullo para nuestro país. La visita de la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen a Roma señala que podemos empezar nuestro camino con el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia - dijo el primer ministro Mario Draghi en la conferencia de prensa que hizo este martes junto a Von der Leyen en los estudios cinematográficos de Cinecittá -. Hemos diseñado este plan para hacer que nuestro país sea más justo, más competente, más sostenible a nivel de su crecimiento económico”.

Von der Leyen por su parte destacó las reformas que se ha propuesto hacer Italia y para las que ha destinado parte de los fondos: la reforma de la justicia, de la administración pública y fiscal, entre otras. “Poder tener un plan de inversiones al mismo tiempo que se hacen reformas, es muy importante”, subrayó Draghi que anunció también que en junio y julio se presentarán varios proyectos en el Parlamento para las reformas proyectadas.

La rueda de prensa se hizo en Cinecittá, cuna del cine italiano, más precisamente en la sala donde el gran director Federico Fellini filmó varias de sus películas, porque parte de los fondos del Recovery Plan estarán dedicados a turismo y la cultura, y parte de éstos a Cinecittá para ayudar al relanzamiento de la industria cinematográfica. El plan incluye también inversiones en las áreas de digitalización, eficiencia energética, educación, investigación, inclusión y salud entre otras.