Estas semanas tuvimos que soportar otra escalada de violencia mediática. La más reciente, en el programa Animales Sueltos, conducido por Alejandro Fantino, donde el politólogo Sergio Berensztein dijo textualmente: “...es muy difícil que la policía se mantenga lejos del delito cuando reclutan gente, lamentablemente, en los sectores más marginales de la sociedad”. Indicó, además, que la reducción de las cifras de delitos en Nueva York durante la gestión de Rudolph Giuliani no habría sido consecuencia directa de las políticas del alcalde. Un conjunto de economistas demostró, según Berensztein, que lo que se redujo fue la cantidad de delincuentes debido a la legalización del aborto: “En realidad, los delincuentes no nacieron porque gracias al aborto muchas madres (de familias pobres, muy marginales) no tuvieron esos chicos”. Curiosamente, en el mismo programa, Berensztein aclaró que no está a favor del aborto.

En Animales Sueltos, como en muchos programas políticos, está haciendo falta el “cupo femenino”. Y esto no es un detalle menor porque en esos medios se está formateando, comunicando, sin perspectiva de género, con comentarios sexistas que no pueden ser contrarrestados. Así, se facilita que el discurso machista y patriarcal sea consumido y, luego, reproducido por cientos de miles de personas.

Berensztein tiene muchos títulos, como se puede ver en su curriculum. Es, además, un hombre experimentado en la política y en los medios de comunicación. Sus dichos, por lo tanto, no son volcados al azar y desprovistos de  intencionalidad. Cada palabra está medida para provocar, para “tirar ideas” que puedan algún día tomar una forma de acción política.

El informe más reciente del Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP, por sus siglas en inglés), citado en la página web de Economía Femini(s)ta, dice que entre 2010 y 2015, prácticamente no hubo cambios en la participación de las mujeres en la producción y transmisión de noticias en los medios tradicionales. “De las notas informativas en los diarios y en programas informativos en la televisión y en la radio, únicamente 37 por ciento lo reportan mujeres” dice el documento. En Argentina, la cifra es menor y sólo llega al 27 por ciento. Por ello es que, como mujeres, tenemos que seguir luchando para revertir esta desigualdad, evidente correlato de lo que sucede en el mercado laboral. 

Esto no se termina solo con medidas de carácter punitivo. Aquí hacen falta políticas integrales, de educación, abordajes adecuados desde los medios de comunicación y programas de formación en derechos en las fuerzas de seguridad.

Esta escalada de violencia también se puede enfrentar desde la educación en el ámbito familiar. Expliquemos a nuestros hijas e hijos que consumir medios que vulneran a las mujeres genera más violencias. Hagamos un apagón mediático a estas opiniones porque, mientras discutimos esto, Camila Catherina Rodríguez de 15 años y embarazada fue encontrada asesinada en Orán (Salta), y en Oberá (Misiones) una adolescente fue citada por facebook y abusada sexualmente por cuatro varones de entre 15 y 22 años. Seguramente personajes como Baby Etchecopar, Fantino, Berensztein y Bilardo, entre otros, continuarán reproduciendo expresiones que justifiquen la violencia. Nosotras podemos limitar su poder de daño. Son muy machistas, pero sin rating son nadie.

* Especialista en infancia.