Rinaldo Rafanelli solía decir que, al igual que le sucedió a Paul McCartney, él no eligió el bajo: el bajo lo escogió a él. Desde ese instrumento, supo convertirse en toda una leyenda del rock argentino. Tras darle batalla al cáncer, el músico murió ayer en Villa Mercedes, ciudad puntana que no sólo lo adoptó sino en la que también siguió llevando adelante su carrera musical. Tenía 71 años, y un palmarés impresionante. Luego de tocar en algunos proyectos efímeros, el bajista ganó notoriedad con el grupo Color Humano, donde estableció una de las bases rítmica más potentes de la escena junto al también desaparecido Oscar Moro.

Pero la exposición la encontró al ingresar en Sui Géneris. A partir de la convocatoria de Charly García, el músico grabó en el álbum Pequeñas anécdotas sobre las instituciones (1974) y fue parte del mítico recital Adiós Sui Géneris. Sin embargo, lo mejor estaba por venir. “Recording, please”. Así comienza “¿Qué hago yo aquí?”, canción que inaugura el repertorio del primer álbum de su nueva aventura musical: Polifemo, laboratorio blusero y bien rockero que se caracterizó por celebrar el ritmo. En su primer trabajo, titulado igual que el trío y publicado en 1976, Rafanelli alternó algunas autorías con el frontman de la banda: David Lebón. Si bien hoy ese disco es considerado una pieza exquisita, en su momento fue vapuleado por la prensa.

Polifemo cerró lo que el bajista consideró su “prehistoria en la música”, aunque antes llegó a acompañar a Luis Alberto Spinetta. Una vez que concluyó esta etapa, Rafanelli se dedicó a estudiar música. Más adelante, le volvieron las ganas de subirse a un escenario, y formó Coral, proyecto que tuvo entre sus integrantes a Ricardo Mollo. Al que le secundaron bandas como Alphonso S’Entrega y Los Romeos. También en los ochenta grabó en Detectives, el debut solista de Fabiana Cantilo. En los años subsiguientes, el bajista siguió reencontrándose con varios colegas en algunos ensayos de bandas y llegó a liderar el power trío RimanBloom! En el medio de todo eso, sacó su único trabajo en solitario: La banda y yo (1996).