El presidente Alberto Fernández encabezó en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, Estados Asociados e Invitados Especiales. La reunión se produjo en medio de la tensión por el anuncio de Uruguay de que entablará conversaciones comerciales al margen del bloque. "Unidos, podemos consolidar un Mercosur creativo que no se corta solo proponiendo visiones unilaterales", dijo Fernández en alusión a la decisión de Luis Lacalle Pou. Una de las palabras que el Presidente repitió más de 10 veces fue consenso: "Consenso es respetar la ley del Mercosur", sostuvo el primer mandatario.
Fernández traspasó la presidencia pro tempore del bloque a la República Federativa de Brasil. Acompañaron al Jefe del Estado en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada el canciller Felipe Solá. Los otros mandatarios participaron mediante videoconferencia debido a la pandemia. En el encuentro están los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; de Paraguay, Miguel Abdo Benítez y de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle Pou, todos países miembros del bloque regional. También participan los mandatarios de los Estados asociados: como el chileno Sebastián Piñera; el de Ecuador, Guillermo Lasso; el de la República Cooperativa de Guyana, Irfaan Ali. Por el estado Plurinacional de Bolivia estará el vicepresidente David Choquehuanca y por Colombia, la directora de Mecanismo de Concertación e Integración, Adela Maestre.
”Es a través de más integración regional que estaremos en mejores condiciones de producir, comerciar, negociar y competir”, dijo el Presidente. Y agregó que “un Mercosur de corazón solidario es la nave insignia de su estrategia de integración” al convocar a convocó a sus pares a construir mediante el consenso un bloque regional enfocado en la producción, la cohesión social y el compromiso ambiental.
Además, aseguró que la situación sanitaria de la covid-19 hizo que “se reorganicen las cadenas globales de valor, con un comercio mundial más influenciado por consideraciones geopolíticas y de seguridad nacional”, y cuyo resultado “será el de una economía mundial más regionalizada”.
“No hay Mercosur sin Pueblos. No hay Mercosur sin oído atento al mundo social y productivo regional. La integración es una palabra hueca si no se hace eco del drama de la pobreza, la desocupación, la falta de oportunidades laborales, la precarización productiva”, reflexionó. Además, se refirió “al relacionamiento externo del Mercosur y al debate sobre la denominada ‘flexibilización’”.
Aseveró que el bloque está abierto al mundo, “con negociaciones activas con siete contrapartes que comprenden 36 naciones”, y enfatizó: “Creemos que el camino es cumplir con el Tratado de Asunción: negociar juntos con terceros países o bloques y respetar la figura del consenso como base en la toma de decisiones en nuestro proceso de integración”. También señaló que la Argentina ha “mantenido una actitud constructiva para permitir que avancen negociaciones en curso, facilitando su continuidad sin afectar el interés de los restantes Estados Parte”.
Más adelante, el Presidente argentino llamó a “hacer uso de las potencialidades de nuestra región en el desarrollo agroindustrial y de sus capacidades exportadoras, en un mundo más urbanizado y más demandante de alimentos, y exigente con el compromiso ambiental en los modos de producción”.
Destacó “la importancia de trabajar en pos del aumento de la competitividad y la ampliación de la integración intra y extra-bloque, así como en fortalecer áreas en las que tenemos falencias, tales como la logística, el transporte y la infraestructura”.
“A esto, se debe agregar un imprescindible proceso de actualización tecnológica de la Industria 4.0, y el reconocimiento de las Pymes como factor de desarrollo y generación de comercio y empleo”, remarcó. Como parte del encuentro, el canciller argentino, Felipe Solá, había realizado previamente un informe de la gestión de la Presidencia Pro Témpore de la Argentina.
En la anterior cumbre, Fernández tuvo un cruce con el presidente de Uruguay, Alberto Lacalle Pou, quien había dicho: "El Mercosur no debe ser un lastre, no estamos dispuestos a que sea un corset". La respuesta del Presidente fue más cruda y contundente aún: "No somos lastre de nadie, es un honor ser parte del Mercosur. Si somos un lastre, que tomen otro barco".
Eso ocurrió a fines de marzo. El Gobierno de Uruguay anunció ahora que negociará acuerdos comerciales por fuera de la estructura del Mercosur. La gestión de Alberto Lacalle Pou planteó un nuevo desafío a las normas que rigen el bloque en la previa de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur que Alberto Fernández encabezará este jueves en su condición de presidente pro témpore saliente.
La decisión que dio a conocer mientras los cancilleres de los países socios del bloque intentaban el miércoles sin éxito acercar posiciones sobre el tema y sobre la reducción del Arancel Externo Común (AEC) para acelerar una apertura comercial.
Los funcionarios de los países miembros llegaron a la LVIII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) con posturas diferentes sobre aranceles y negociaciones bilaterales. Eso discutían cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay comunicó que "comenzará a conversar con terceros para negociar acuerdos comerciales extrazona".
El discurso completo de Alberto Fernández en la Cumbre Mercosur
"El mundo va muy rápido y Uruguay va para allá, ojalá vayamos todos juntos"
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, utilizó su intervención durante la cumbre de este jueves para justificar la decisión de que su país firme acuerdos comerciales por fuera del bloque, haciendo oídos sordos al pedido que momentos antes había hecho Alberto Fernández para que sus pares "respeten las reglas" y no se "corten solos".
“Vamos a respetar el ordenamiento jurídico vigente del Mercosur y, al amparo de ese ordenamiento jurídico, ayer nuestro canciller, junto a la ministra de Economía, en lo que se trata de un zona de libre comercio, hemos comunicado que el Uruguay pretende avanzar con otros países y esto no significa vulnerar ni violentar la regla de consenso”, argumentó.
“El mundo va muy rápido, se está entrelanzando comercialmente. El final del covid-19 va a hacer que estas negociaciones se disparen. El mundo va hacia allá y no nos va a esperar. Por eso, amigos presidentes, con tranquilidad, les queremos decir que hacia allá va el Uruguay. Ojalá vayamos todos juntos”, planteó.
Sobre el concepto de consenso con el que tanto insistió Fernández, Lacalle Pou respondió que “Uruguay cree en la regla del consenso" y "así ha actuado". "Nuestro país tiene vocación aperturista. Nuestro país, como el Mercosur, tiene esa vocación. Tenemos que seguir avanzando con la Unión Europea. Los intentos frustrados generan escepticismo y desconfianza. El Uruguay quiere avanzar con el Mercosur, tenemos más fuerza, más dimensión y más poder negociador con el mundo”, cerró.
La respuesta de Bolsonaro a la Argentina
A su turno, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que la presidencia pro tempore del Mercosur asumida en el primer semestre por la Argentina "dejó de corresponder a las expectativas y necesidades" del bloque sudamericano, donde su país busca flexibilizar el Tratado de Asunción para revisar el Arancel Externo Común (AEC) y negociar unilateralmente con otras regiones y países.
"El semestre que se cerró dejó de corresponder a las expectativas y necesidades del Mercosur. Debíamos haber presentado resultados concretos en los dos temas que más movilizan nuestros esfuerzos recientes: la revisión del Arancel Externo Común y la adopción de flexibilización de negociaciones comerciales con socios extrabloque", expresó Bolsonaro, al tiempo que aseguró que su equipo negociador sabe que el Gobierno de Brasil tiene "sed de resultados para modernizar el Mercosur".
Durante su discurso, le respondió a Alberto Fernández y manifestó nuevamente su rechazo al concepto de "consenso" que rige al bloque. "La persistencia de impasses y el uso de la regla del consenso como elemento de veto y el apego a visiones arcaicas y políticas defensivas tendrán un único efecto: consolidar escepticismo y duda como el verdadero potencial dinamizador del Mercosur. Brasil no frenará sus esfuerzos para modernizar su economía y sociedad", sentenció.
"Necesitamos cerrar acuerdos comerciales pendientes y trabajar para reducir tarifas y otros obstáculos entre nosotros y el mundo. Queremos nuestras economías más integradas al mundo, empresas más competitivas, trabajadores más productivos y consumidores más satisfechos. El Mercosur necesita mostrar su valor con entrega de resultados a la población", añadió el mandatario.
En la cumbre virtual, Bolsonaro aprovechó para lanzar una chicana futbolera contra el presidente Alberto Fernández, en un estilo similar al del expresidente Mauricio Macri. "Quiero decirle especialmente al presidente de Argentina que la única rivalidad entre nosotros va a pasar el próximo sábado en el estadio Maracaná", dijo en alusión a la final de la Copa América que enfrentará a la selección de Argentina contra la de Brasil.