El tecladista de 84 años repasa en esta entrevista el mito de uno de los grupos fundacionales del Krautrock
Irmin Schmidt presenta el disco en vivo de Can que rompe su maldición
Cada vez que intentaban hacer un disco en vivo, pasaba algo. Las cintas se arruinaban o desaparecía el sonido de un instrumento, al punto que llegaron a considerarlo una maldición. Por eso es que, durante sus diez años de existencia, ninguno de los doce discos que llegó a editar el grupo alemán Can entre fines de los años 60 y comienzos de los 70 testimonió alguno de sus recitales, donde exhibían y multiplicaban orgullosamente toda la espontaneidad, el nervio, el groove hipnótico y la extravagancia que los convirtió en la banda fundacional de esa rara vanguardia europea bautizada más tarde como Krautrock. La flamante edición de Live in Stuttgart 1975 anuncia el lanzamiento de The Can Live Series, que llega para completar ese casillero vacío en la leyenda del grupo. En esta entrevista, el tecladista Irmin Schmidt --el último integrante vivo de la formación original-- cuenta cómo debió sumergirse en decenas cintas grabadas por sus fans para intentar testimoniar aquella magia que parecía perdida para siempre, recuerda con cariño el sabor de los años 70 y celebra que la música creada medio siglo atrás siga sonando fresca, y hasta se imagina viniendo a tocar sus últimos discos de piano a la Argentina, la tierra de su admirado Astor Piazzolla.























