No hay espectáculo más adrenalínico, copado y fabuloso que el cine de género: no, no y no. Es dueño de un cosmos alucinante: la cultura videoclubera comprime más dosis de demencia y excitación que tooodas las plataformas de cine juntas. Es patria de pasiones: el terror, el sci-fi y sus parientes son un lazo que abraza a enfebrecidos, freaks, nerdos y cools, pero nunca a snobs. Y es cultor de futuro: cada día que pasa brotan nuevos autores, nuevos festivales, nuevo público. El cine de género comprueba que siempre anda on point, en un grandísimo momento.

Aprovechando ese envión, algunos autores jóvenes (en colaboración con editoriales independientes) decidieron publicar bibliografía cinematográfica que habilita a crujir los huesos, helar la sangre, fanatizarse con los bordes, gozar con subgéneros imposibles, temer a la locura, fetichizar lo más oculto y flashear en colores y formas. Acá, entonces, libros que se regodean con el auge del VHS, que le rinden pleitesía a los grandes nombres del horror y que ponen en el centro de la escena a géneros que, indudablemente, en un mundo más justo, con una humanidad un pelín menos careta, merecen ocupar el centro de la escena. Cuatro obras con naturaleza de márgenes, memoria emotiva, ADN cinéfilo, estampa de culto y mucho, mucho más.

Paura, de Dario Argento (Letra Sudaca)

La autobiografía del cineasta italiano Dario Argento se lee como una novela y se metaboliza como un retrato íntimo. A sus 80 años, el director de El pájaro de las plumas de cristal, Suspiria y Rojo profundo, y gran popularizador del giallo, se luce con estas memorias que hurgan en el pasado, en sus obsesiones y en su niñez. Y, en medio, se expande con un guiso ecléctico de amores, miedos, triunfos y fracasos.

Publicada por la editorial independiente marplatense Letra Sudaca, cuyo catálogo está abocado principalmente al ensayo y la narrativa, la edición local de Paura parte del fanatismo del joven e incatalogable Lucio Ferrante: "Cuando lo leí, lo primero que sentí fue fascinación. Empecé a preguntarme cómo podía ser que este libro no estuviera traducido al español y así, con la máxima punk del do it yourself, empecé a unir individualidades en pos de un objetivo común: traducirlo y editarlo".

En su tapa se emplaza otro delirio alucinante: un collage hecho a mano por Carmen Burguess, de la banda Mueran Humanos, con retazos de revistas, cinta y pintura de vela. Encima, Paura tiene un delicado epílogo en el que Lucio habla "de tú a tú" con Argento: "Los días previos no dormí. Tenía una sensación rara en el pecho. Una mezcla de orgullo y de miedo", confiesa el gestor. Con unos meses en la calle, el libro ya tuvo presentación oficial en el Buenos Aires Rojo Sangre y llegó a manos de Álex de la Iglesia y Gaspar Noé, dos admiradores acérrimos de uno de los más grandes genios en la historia del cine.

Slasher|Cuchillos, sangre y cintas de video, de Mariano Cattaneo (De la Fosa y Santa Guadaña)

Oh, los años '80. Había videoclubes, sobrevolaba cierto desprejuicio y los géneros cinematográficos se derretían y deformaban como un hielo al sol. Época distinta, mundo analógico, sustos que quedaron guardados en el fondo del hipotálamo. "Siempre fui fanático del cine de terror y de suspenso, y me parecía interesante atravesar esa época desde un punto de vista más nostálgico que técnico", dice Mariano Cattaneo, director de cine y autor de Slasher|Cuchillos, sangre y cintas de video, un libro que oscila entre la melancolía y el descubrimiento.

Mezclando dosis de anecdotario, pulsión de fan y una pesquisa profesional, Cattaneo recorre el camino explicando cómo llegó a esas películas que lo sacudieron, a la vez que perfila la era del VHS y cómo funcionaban las cosas en aquellos tiempos. "Con el libro busco entretener más que informar, y para eso están las entrevistas que derrochan datos maravillosos sobre esas cintas", devela el realizador de Incidente (la REC nac & pop) y de La chica más rara del mundo (de próximo estreno).

A la sazón, Slasher compila una larga lista de más de 30 entrevistados, entre actrices, actores, directores y guionistas que fueron protagonistas y creadores de un tendal de obras vinculadas al cine de explotación. Por ahí desfilan Lori Hallier (protagonista de My Bloody Valentine, violenta obra canónica del género), Barbara Cupisti (protagonista de Deliria), Linnea Quigley (todoterreno del cine de horror de los '80), Warrington Gillete (el mismísimo Jason de Viernes 13, 2da Parte) y una pila más. "Me di una cantidad de gustos increíble", se ensancha Cattaneo.

Ruta al infierno|La saga de Mad Max, de Marcelo Acevedo (Cuarto Menguante)

Intempestivamente, Mad Max cambió la manera de narrar el post-apocalipsis, con una estética que fusiona a los punks con merodeadores del desierto, tribus violentas del yermo, guerreros de la carretera, un antihéroe mítico y finisecular, acrobacias increíbles, villanos inolvidables y algunas de las mejores escenas de persecución de la historia del cine.

"Su influencia fue tan poderosa que no sólo creó un subgénero del cine de explotación –¿madmaxploitaition?–, sino que se traspasó la pantalla grande y llegó hasta el cómic, las series, los videojuegos, el animé, e incluso dibujos para niños como Bob Esponja, Rugrats o Ben 10, que han rendido su particular homenaje en alguna película, capítulo o secuencia", devela el periodista Marcelo Acevedo, autor de Ruta al infierno.

Inspirado en su pasión por Mad Max (y, por extensión, por el cine post-apocalíptico), Acevedo construyó una investigación en español a partir de una carencia: "Sentía que era un libro que nos estaba haciendo falta", señala. Con prólogo del escritor Leo Oyola –maravilloso detalle: el enojo con Tom Hardy por impedirle ver a Mel Gibson otra vez– y en su equilibrio entre el análisis sesudo y la anécdota personal, Ruta al infierno se constituye como una larga carta de amor al clase B y exploitaition.

Giallo|Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano (Editorial Rutemberg)

Con un abordaje que repasa filmografías de directores icónicos del género y diversos aspectos técnicos, cruzando por las raíces del giallo y hasta su reconversión durante el período post-clásico (es decir, de los '80 en adelante), Giallo|Crimen, sexualidad y estilo en el cine de género italiano se erige como una investigación coral que junta a autores provenientes del mundo de la crítica cinematográfica con otros de la académica.

"Intentamos crear un libro riguroso, con buena información y, a la vez, con hipótesis valiosas sobre los temas abordados", cuenta Álvaro Bretal, uno de los editores junto a Natalio y Carlos Pagés. En primera instancia, el libro fue financiado a través de crowdfunding y lograron alcanzar un 105% de la recaudación. Por estos días, ya fue presentado en espacios importantes como el Festival de Mar del Plata, Sitges (España), Blood Window (Pinamar), FestiFreak (La Plata) y el Malba, entre otros.

A comienzos de 2020, el libro agotó su primera tirada y enseguida tuvieron que hacer una reimpresión mayor, con la que potenciaron su distribución. "El giallo se encontraba en un momento de renovado interés, impulsado tanto por la aparición de numerosos festivales dedicados al cine de género como por la disponibilidad de material que ofrece internet". Aquí, en sus nervios, hay navajas penetrando, crímenes contundentes, experimentación con drogas, pop-art, revolución sexual, auge de la psicología y un gran impacto visual. "Originalmente, el giallo fue concebido como un género popular", invita Bretal.