La inminente nueva edición de Experimenta Soma Butoh Menorca: Jornadas Internacionales de Danza, Pensamiento e Investigación Corporal –del 29 de julio al 2 de agosto–, reúne aspectos de un interés por demás cercano, habida cuenta de la organización de los rosarinos Maica Martínez y Ariel Procajlo. Desde 2011 y de manera bianual, la pareja lleva adelante una experiencia de carácter internacional en la pequeña isla española, que para la presente edición, la número 6, prevé la participación virtual en varias de sus instancias, algo que habilita el encuentro a la distancia y el conocimiento de su tarea infatigable, vuelta ya un referente en su especialidad.

“Después de muchos años de vivir en Barcelona llegamos a Menorca en 2010, y notamos que así como una isla pequeñita era un lugar muy alejado, muy fuera del continente, donde algunos movimientos como los culturales venían en ráfaga y se iban. Había una falta en la consecución de una vida cultural, sobre todo respecto a la danza, que ya de por sí es una especie de sirvienta del arte y de la cultura, siempre bastante marginada. Nos parecía que era necesario aprovechar el tiempo que íbamos a estar acá, y en función de nuestras conexiones con Cataluña, España, Francia, Argentina, realizar un evento internacional”, destaca Maica Martínez a Rosario/12. “Nosotros tenemos dos hijos y una hija, y queríamos que ellos siguieran teniendo una vida cultural, que pudieran ver que la gente vive de formas distintas, algo que en las ciudades se ve más, porque hay una experiencia más álgida en la vida cultural y artística. También porque nuestra experiencia como bailarines, al tener familia, daba cuenta de que cada vez que éramos convocados a festivales de danza los niños pasaban a ser un estorbo”, continúa.

Ariel Procajlo: -Como sucede con toda actividad en general, porque no sabemos desarrollar actividades de adultos que incluyan a los niños, donde sean una parte activa. Consideramos que la infancia no es el camino para llegar a ser adultos, o que el adulto sea el que produce económicamente. Los niños están todo el tiempo produciendo subjetividad, que es la materia prima de la cultura. Queríamos plasmar eso en un proyecto concreto, y que no fuera sólo individual y nuestro.

Maica Martínez: -El arte está en nuestra forma de estar vivos, y los hijos también.

Workshops, conversatorios, ponencias, talleres y piezas audiovisuales, integran la presente edición de Experimenta. También con la inclusión de muchas rosarinas. Como refiere Martínez, “una de las texturas de este encuentro es la inestabilidad, y eso es algo que propone el movimiento. Así que nos dijimos ¡vamos! Y volvimos a contratar Lithica –el extraordinario recinto de canteras de marés, donde se desarrollan los encuentros–. Convocamos estratégicamente a gente que no estuviera tan lejos y por otro lado nos asesoró Verónica Rodríguez, del Festival El Cruce, y nos contó que ellos también transformaron su experiencia en virtualidad. Tuvimos mucha solidaridad de parte de ellos, con indicaciones sobre cómo se podría hacer, y el aporte de un colaborador rosarino, Jonathan López, para encargarse del streaming y del canal virtual. Como vimos que se venía un otoño e invierno difícil en Argentina, nos propusimos desde nuestro lugar hacer algo alegre y abrir una ventana virtual por donde participar, pensando en Rosario y su avidez cultural”.

De la programación –que puede consultarse, junto a toda la información pertinente, en https://www.experimentasomabutohmenorca.org/– participan rosarinas como “Natalia Pérez, que presentará su libro Apuntes de Danza; Norma Ambrosini, que va a presentar el trabajo que desarrolló con los feminismos; también pensamos en hacer algo con Vero Rodríguez, para hermanar El Cruce y Experimenta; estará Ruth Golic, que es rosarina y vive en Munich; y Ana Cavalleri, rosarina que vive en Madrid desde finales de los ‘80”, informa Martínez. Por otra parte, la pareja presentará una obra propia, Restos de Mirada, “realizada con motivo de los 100 años de Mario Benedetti; nunca habíamos compuesto a partir de un poeta, al menos no con esa estructura”, junto a dos piezas de danza de, respectivamente, Natalia Benedetto y Flavia Pinheiro. A lo que se suma la proyección de un trabajo también realizado en Rosario, Acontece, de Violeta Rueda.

Experimenta lleva al butoh en su nombre; como explica Procajlo, se trata de “una danza contemporánea japonesa, que nace del choque de la cultura oriental con la cultura europea, la de la época del dadaísmo y el surrealismo. La danza tiene dos aspectos interesantes; primero porque mezcla lo tradicional con lo contemporáneo, pero en su expresión es bastante diferente a lo contemporáneo occidental. A ‘butoh’ se lo puede traducir como ‘golpear la tierra con los pies’, ‘enterrarse por los pies y volar por los brazos’, o por simplemente ‘danza’. Estudié muchos años con una maestra en Argentina, hasta que me viene aquí en 2003 y seguí formándome, pero cuando llegué había muy pocas personas que la conocieran.

Martínez: -Y nos propusimos darle validez a partir de lo que se estaba haciendo desde nosotros. ¿Qué hacemos nosotros con esto y qué hacemos en un lugar como éste? A partir de ahí se fue amasando esa pregunta, que formó parte del deseo del primer encuentro, y se la formulamos a los docentes, no sé si para contestar pero sí para escucharla muchas veces. La respuesta, en todo caso, es una flecha a futuro.