Por Darío Pignotti

Desde Brasilia

El gobernador del estado de Maranhao, Flavio Dino, está preocupado con la seguridad de Luiz Inácio Lula da Silva. Dino no es el único que habla del tema, se sabe que en el PT también se piensa en reforzar las medidas para garantizar la integridad física del político.

"Cuídese Lula para no ser blanco de un atentado", aconsejó Dino, del Partido Socialista Brasileño, en una reunión realizada en San Pablo, informó el sitio de noticias Metrópoles.

El nombre de Lula fue coreado este sábado por los manifestantes movilizados para exigir la salida de Jair Bolsonaro en cientos de ciudades brasileñas.

Lula, adelante en los sondeos

Favorito en todas las encuestas, algunas de las cuales lo dan como vencedor en la primera vuelta de los comicios de 2022, el fundador del PT se ha vuelto una obsesión para el mandatario que estaría instigando, explícita o implícitamente, a sus seguidores más extremistas a perpetrar actos de violencia política, asegura Dino.

Desde su llegada a la presidencia el excapitán consolidó su alianza con las policías provinciales y las bandas paramiliares formadas a la sombra de aquellas. Estas fuerzas estarían prontas para operar políticamente cuando el presidente lo disponga.

Lula estuvo ausente en las movilizaciones de este sábado así como en las tres anteriores. No por razones de seguridad sino por motivos políticos. Prefiere adoptar un perfil bajo, por lo pronto. Pero algunos consideran que podría aparecer en las próximas manifestaciones.

Crece la violencia política

En los días previos a las protestas de este sábado dos opositores fueron víctimas de hechos de violencia o intimidación.

El viernes fue arrestado el concejal del PT, Renato Freitas, en Curitiba, Elementos de la guardia municipal redujeron y esposaron al abogado afrodescendiente cuando participaba en un acto contra Bolsonaro. Un video registró a los agentes burlándose del detenido.

El miércoles se divulgaron imágenes de la diputada de derecha, Joyce Hasselmann, con la cara desfigurada y varias costillas quebradas. Hasselmann es una bolsonarista arrepentida. Su relato de los hechos es contradictorio y no permite asegurar si el agresor actuó con motivación política o personal.

Las "milicias" electrónicas bolsonaristas celebraron la golpiza y el general Augusto Heleno, ministro a cargo del área de inteligencia, hizo un comentario irónico sobre la diputada. En Brasilia afirman que Bolsonaro está furioso contra Hasselmann desde que ésta puso en duda la veracidad de la puñalada que el entonces candidato presidencial sufrió en 2018.