Desde Lima
Se despejó la incógnita. Este jueves, un día después de asumir la presidencia, Pedro Castillo designó al jefe de su primer gabinete ministerial. El cargo lo asume el congresista del oficialista partido Perú Libre, Guido Bellido. Su nombramiento ha sido una sorpresa. Bellido es legislador por la andina región de Cusco, banca que asumió esta semana. Es la primera vez que ocupa un cargo público. Su designación se da luego de una pulseadao entre Castillo, que busca abrir su gobierno a otros sectores, y la dirigencia de Perú Libre, que había exigido la jefatura del gabinete. Finalmente, Castillo puso en ese puesto clave a alguien del partido.
El secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, un cuestionado exgobernador condenado a una pena de prisión suspendida por corrupción, había promovido públicamente para este cargo a otro dirigente de su agrupación, el excongresista Roger Najar, muy cercano a él. Pero la revelación de que hace años, cuando tenía 30, Najar había tenido una hija con una adolescente de 14 años y se había negado a reconocerla, levantó duras críticas, incluyendo las de importantes sectores progresistas que apoyan a Castillo. Se cayó lo de Najar y en el último momento apareció Bellido, también considerado cercano al secretario general de Perú Libre. Cerrón, que se define como marxista-leninista, ha cuestionado el acercamiento de Castillo a la centroizquierda.
Campaña de la derecha
Minutos después de la designación de Bellido, la derecha política y mediática, que presionaba a Castillo para que ponga como jefe de su gabinete a una persona ajena al partido y de posturas moderadas, comenzó a disparar en su contra, señalándolo como un radical y acusándolo de supuestas simpatías con el derrotado grupo armado maoísta Sendero Luminoso, una acusación recurrente para intentar desacreditar a la izquierda. El centrista Partido Morado, que tiene tres legisladores y es aliado del oficialismo en el nuevo Congreso, se sumó a las críticas a Bellido, al que acusa de “no creer en la democracia”.
“Este nombramiento es una advertencia a la derecha de que el gobierno de Castillo no va a aceptar presiones. Pero también puede dificultar su relación con sus aliados de centroizquierda”, le declaró a Página/12 el analista político Alberto Adrianzén.
Bellido juramentó para el cargo en Ayacucho, durante la toma de mando simbólica que tuvo Castillo en esa región andina. Juró “por los más de 30 millones de hermanos peruano, por la lucha contra la corrupción, por el trabajo para nuestro pueblo”. Repitió el juramento en quechua. El gabinete que encabeza deberá recibir el voto de confianza del Congreso, de mayoría opositora. Si el Parlamento niega la confianza a dos gabinetes, el presidente queda habilitado para cerrarlo y llamar nuevas elecciones parlamentarias, lo que frena los ímpetus de quienes no han recibido bien esta designación.