Fernando Iglesias recibió un nuevo apoyo de Juntos por el Cambio tras sus declaraciones misóginas contra Florencia Peña. Esta vez, fue la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, quien salió a defender al diputado macrista: "Hay que hacer un esfuerzo interpretativo para llegar a la conclusión de que fue violencia de género", sostuvo la ex ministra de seguridad.

"Me parece que (Iglesias) utilizó la ironía", expresó Bullrich. "Hizo una ironía respecto a que Florencia Peña iba a mover la perilla de la economía", continuó en un intento por justificar la misoginia de Iglesias, también defendido por otras figuras del macrismo como Pablo Avelluto y Darío Lopérfido. 

"Hay que hacer un esfuerzo interpretativo para llegar a la conclusión de que fue violencia de género", consideró la ministra. "Que eso se entienda como violencia de género, me parece que es montar el tapabocas de la realidad del problema general", insistió en una entrevista con el diario Perfil. En los últimos días, Iglesias cosechó una larga lista de repudios tras calificar la visita de Florencia Peña a la Residencia de Olivos, en el marco de las reuniones que el presidente Alberto Fernández mantuvo con representantes del ambiente artístico para analizar la situación del sector afectado por la pandemia de coronavirus, como un "escándalo sexual".

Los cuestionamientos llegaron desde distintos sectores: diputadas del Frente de Todos (FdT) --que encabezadas por Gabriela Cerruti presentaron un proyecto de resolución para pedir la exclusión de Iglesias del cuerpo--; el bloque de senadores del Frente de Todos; Abuelas de Plaza de Mayo; Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; el colectivo de mujeres sobrevivientes del centro clandestino de detención y exterminio "ESMA"; los colectivos Actrices Argentinas y Periodistas Argentinas; funcionarios del Gobierno Nacional y hasta el propio presidente Alberto Fernández, entre otres.

Desde el PRO hubo tibias declaraciones de rechazo de Silvia Lospennato y mucho más tarde de María Eugenia Vidal, quien tuvo que volver sobre sus pasos: después de haber dicho que se sentía “orgullosa” de la lista que la acompaña en la Ciudad (entre ellos Iglesias) y de “compartir los valores” que representan, se vio obligada a recapacitar y sostuvo que “como mujer” no podía “acompañar esa manera de expresarse”.