El juez de revisión de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, Guillermo Elías, dispuso la elevación a juicio de una causa que se sigue en contra del ciudadano boliviano Teodoro López Vilca, que está detenido desde el 27 de marzo último, cuando fue sorprendido mientras trataba de llegar a Chile llevando 106 kilos de marihuana y 43 kilos de cocaína.

La decision se dio el martes último, durante una audiencia de Control de Acusación en la que el fiscal general Eduardo Villalba pidió la elevación a juicio. 

El 27 de marzo pasado en el Paso Huaytiquina, ubicado en el límite fronterizo con Chile a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, López Vilca fue detenido por una patrulla de la Gendarmería Nacional, perteneciente al Escuadrón 22, de San Antonio de los Cobres.

En la audiencia Villalba recordó que el conductor fue sorprendido en la madrugada, “a la luz de la luna”, cuando conducía una camioneta Toyota Hilux cargada con la droga, que había sido acondicionada en bolsas de arpillera.

El fiscal señaló que López Vilca circulaba con las luces apagadas, y las ventanillas y otras luces tapadas con cinta para evitar ser descubierto. A pesar de esas prevenciones el personal de Gendarmería apostado en la zona pudo detectarlo con solo escuchar el motor del rodado, que en esos parajes solitarios se destaca, más todavía de noche.

El fiscal describió que cuando le dieron la voz de alto, López Vilca gritó: “Narcotráfico, jefe”. Conducía por un camino de precipicio, no habilitado y estaba a solo 600 metros del cruce Huaytiquina que le permitiría el ingreso a Chile, su destino final.

López Vilca había salido de Soniquera, un pequeño poblado en el departamento boliviano de Potosí. El fiscal indicó que ya son varios los ciudadanos de esa comunidad detenidos en la misma ruta y con importantes cargas de droga.

Asimismo, el fiscal señaló la prueba reunida y que será producida en el juicio, pues sostuvo que todos los elementos colectados permiten a la fiscalía avanzar con este caso a debate.

Daño a la salud 

El fiscal Villalba resaltó que se trata de un hecho de gravedad, por el daño a la salud que representaba la carga transportada y estimó la pena que podría caberle a López Vilca es de 10 años de prisión por el delito de transporte de estupefacientes.

La defensa pública de López Vilca no objetó la acusación fiscal. En la etapa de presentación de pruebas, en cambio, se opuso a la incorporación de las actas y otros documentos propios de la investigación. El fiscal se opuso y el juez rechazó el planteo de la defensa oficial. 

Ya en la etapa de análisis de las medidas de coerción, la fiscalía solicitó que se extienda la prisión preventiva por entender que existe riesgo de fuga ante la expectativa de la pena planteada, a lo que sumó la falta de arraigo, la gravedad del hecho y el compromiso internacional del Estado argentino de combatir el narcotráfico.

La defensa tampoco se opuso a la prórroga de la prisión, que finalmente fue establecida por el juez en un lapso de 40 días, tiempo en el que se podría iniciar el juicio.