Un tiro en la espalda y otro en la nuca por no detenerse en un retén de seguridad vehicular. Esa fue la muerte de Christopher “Bocha” Rego. El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) Nº 3 de Capital Federal condenó este martes a prisión perpetua al ex prefecto Pablo Brítez, el autor de los disparos con los que asesinó al joven de 26 años el 12 de agosto de 2018 en Parque Patricios. El crimen ocurrió bajo la gestión de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que en diciembre de 2017 instaló la "doctrina Chocobar". 

El veredicto, a cargo del TOC 3, estaba agendado para el 15 de julio pasado, pero la custodia del tribunal le avisó a la familia de la víctima que se suspenderían, ya que otro de los imputados no podría unirse de manera virtual desde la cárcel por inconvenientes técnicos y que, además, Brítez se encontraba aislado tras haber dado positivo de covid-19.  

Junto a Britez fueron condenados el cabo primero Cristian Alberto López, la marinera Lucila Tamara Carrizo, el cabo primero Rubén Darío Viana y el cabo segundo Javier Eduardo Fernández, quienes recibieron una condena de cuatro años. Mientras que el ayudante de primera Roberto Mariano Parédez y el oficial ayudante Axel Gregorio Díaz Guevara fueron absueltos. 

La Fiscalía Nº31, a cargo del caso, comprobó que luego de haber disparado a sagre fría contra el joven, los integrantes de las fuerzas federales no lo asistieron ni chequearon su estado de salud sino que se encargaron de levantar los cartuchos para no dejar evidencias y se retiraron. Pocos días después del asesinato, la ministra Bullrich le envío una caja con pañales, cartones de leche y prendas a la novia de Christopher

El asesinato de Rego

El caso de "gatillo fácil" ocurrió el 12 de agosto de 2018, cuando "El Bocha" se dirigía a buscar a su novia y a su bebe, de solo 41 días. El joven pasó sin detenerse el retén de seguridad de las fuerzas federales en Parque Patricios y recibió la descarga de balas de plomo sobre su camioneta Peugeot Partner blanca.

En la investigación se concluyó que el motivo por el que el joven decidió no frenar en el retén fue que la camioneta había sido comprada por un amigo y Christopher se había olvidado los papeles en la casa. "El Bocha" manejó otras cuatro cuadras ensangrentado, hasta que se desvaneció y chocó contra otra camioneta en la calle Ancaste al 3400. 

Brítez fue condenado por "homicidio doblemente agravado por su comisión con arma de fuego y por abuso de sus funciones como miembro de seguridad", mientras que López y Carrizo, estaban imputados por abandono de persona seguido de muerte y encubrimiento. Al igual que Viana y Fernández, fueron condenados a cuatro años por encubrimiento doblemente agravado y ocho años de inhabilitación.