La Sala I del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires absolvió a una pastora evangélica que había sido condenada en marzo a ocho años de prisión por abusar de una nena de 3. Los hechos, según precisaba la sentencia de primera instancia ahora desestimada, habrían ocurrido en agosto de 2018, dentro de una iglesia de la localidad de Adolfo Gonzales Chaves.

En el fallo de Casación firmado este miércoles, los jueces Daniel Carral y Ricardo Maidana resolvieron dejar sin efecto la sentencia dictada el 11 de marzo de 2020 por el Tribunal Oral Criminal N° 3 de Tres Arroyos, que había determinado que la pastora Elsa Mabel Conessa incurrió en el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de ministro de culto, encargada de la guarda y por convivencia preexistente" con la víctima.

Esa sentencia fue apelada por la defensa de Conessa, quien planteó supuestas "irregularidades" en el proceso. Entre ellas, mencionó que el juicio no contó con el testimonio directo de la niña, al señalar que la pequeña solo habló de los abusos ante su familia y una psicóloga.

El abogado defensor también cuestionó la labor de la psicóloga actuante en la causa, ya que, según su opinión, "se involucró en el caso de una manera poco profesional, asumiendo desde el inicio una actitud proactiva en la investigación judicial, con repercusiones negativas en el abordaje de la niña".

Este miércoles, tras analizar las pruebas y escuchar los testimonios de la profesional, de los padres de la nena y de allegados a la familia, los jueces concluyeron que "corresponde casar [anular] el fallo recurrido y absolver a Elsa Mabel Conessa en relación a los hechos imputados, pues el examen de la prueba valorada por el tribunal revela que ella es insuficiente para fundar una condena".

"La hipótesis acusatoria no logra refutar --como plausible-- la hipótesis explicativa que sobre los mismos datos dio la defensa y que aparecen compatibles con la inocencia de la acusada", plantearon los magistrados.

El caso

Los hechos denunciados corresponden a agosto de 2018, cuando "la imputada se habría valido del vínculo que estableció la criatura con ella por su concurrencia al comedor que la iglesia disponía en Adolfo Gonzales Chaves y la amistad que habría forjado con los padres de la nena, para perpetrar los abusos".

“Confiábamos en ella y la abusó. Mi nena dijo que la mujer le ponía un plastiquito rosa en la vagina mientras la bañaba”, declaró entonces la mamá de la niña, quien contó que su hija comenzó a tener desmayos y a despertar por las noches llorando y con miedo.

“Pensábamos que sólo la había tocado pero no. Los médicos confirmaron que hubo penetración. Creemos que la mujer utilizó algún tipo de objeto. Mi hija me contó que la pastora le hacía cosquillas en la vagina. Le ponía shampoo en la cabeza y luego gel en sus partes”, dijo entonces.

Por el caso hubo una manifestación pública que conmocionó a Adolfo Gonzales Chaves, dado que al comedor gestionado por la pastora y su marido acudían muchos niños.