La ex presidenta Cristina Kirchner decidió adelantar su regreso desde Europa ante el fallo de la Corte Suprema para reducir las penas a condenados por delitos de lesa humanidad. “Es mi deber estar en mi país para aportar a las acciones políticas y legales que se lleven adelante junto a todos y todas las que saben que esto no sólo puede, sino que debe modificarse”, explicó en una carta al presidente de Oxford Union, Michael Li. CFK partió el viernes rumbo a Grecia, donde se reunirá con el primer ministro Alexis Tsipras. Luego visitará el Parlamento Europeo en Bruselas.
“En mi país han ocurrido hechos de suma gravedad, que requieren de mi presencia”, consideró Cristina. “A la situación económica y social que cada día se agrava más en perjuicio de las grandes mayorías”, se sumó el fallo “dictado con el voto definitorio de los dos jueces que ingresaron en 2016 por iniciativa del actual gobierno”, explicó en la carta que difundió por Facebook. La decisión “significa que los más de 700 genocidas que hoy están en prisión puedan volver a caminar por las calles con total libertad, como lo hicieron durante la vigencia de la impunidad legalizada”, recordó.
“Este abominable cambio” implica “algo mucho peor” que un retroceso: “se revictimiza a miles de compatriotas desaparecidos, encarcelados, torturados, y/o exiliados, a sus familiares, y ni que hablar de los cientos de niños apropiados recuperados o aún sin conocer su identidad”, destacó. Ayer, en su canal de Telegram, CFK también contó que en su vuelo de ida a Europa se encontró con un empresario productor de artículos de limpieza. El señor le explicó que las ventas “cayeron un 30 por ciento” y recordó los acuerdos de precios que Néstor Kirchner firmaba en persona, allá por 2006.