La alianza Juntos sigue al frente de la elección porteña de cara a las legislativas del domingo 12 de septiembre. Las tres listas que compiten en la interna del macrismo suman el 46,3 por ciento y solo con proyección de los votos, que no se utiliza en las PASO pero sirve para prefigurar la elección de noviembre, Juntos puede llegar al 50 por ciento. En el segundo lugar figura el Frente de Todos, que encabezan Leandro Santoro y Gisela Marziotta -ambos con buena imagen-, con chances de acercarse al 30 por ciento, diez puntos más que la elección legislativa de hace cuatro años en que el Frente de Todos consiguió el 20 por ciento. El tercer lugar es para los libertarios de Javier Milei, que alcanzarían el nueve por ciento, aunque el candidato tiene una alta imagen negativa. La izquierda, al menos por ahora, parece lejos de conseguir una banca en la Cámara de Diputados.

Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman. En total se entrevistaron 750 personas a través de una selección on-line al azar, pero completando cuotas por edad, sexo y nivel económico-social proporcionales a la población El trabajó se terminó este mismo viernes. Según ese sondeo, Juntos sacaría en la Ciudad de Buenos Aires un 46,3 por ciento, el Frente de Todos el 26,9 y Milei el 9,5.   

“Se observa que dentro de Juntos, sumó un par de puntos la candidata María Eugenia Vidal, a partir del endurecimiento de su discurso -analiza Bacman-. Todo parece evidenciar que el núcleo duro del PRO porteño puso manos a la obra y trabajó duramente para mejorar el posicionamiento de su candidata estrella. Ante tal desafío se pudo ver una semana atrás el relanzamiento de su campaña, con un discurso más fuerte, muy antikirchnerista, apostando nuevamente al modelo exitoso de 2015, con el propósito de polarizar otra vez con un enemigo único”. Vidal, con una leve diferencia entre su imagen negativa que aparece por encima de sus porcentajes de imagen positiva, está cuestionada por la interna de Juntos, en especial la lista de Ricardo López Murphy, y por fuera de Juntos por la lista de Milei

“Por eso la corrieron más a la derecha -explica el titular del CEOP-. Este relanzamiento que siguió con entrevistas posteriores, incluyó controversiales definiciones con respecto a la tolerancia de clase para aceptar el consumo de marihuana en los barrios más acomodados, algo que sorprendió a muchos independientes. Su objetivo es apuntar a seguir fomentando el crecimiento de la bronca y a tensar en la medida que se acerca la fecha de las primarias. La campaña del odio está en marcha y es seguro que tenderá a profundizarse de aquí a las elecciones generales”.

Según los datos del CEOP, todo parece indicar que López Murphy está muy cerca de lograr su objetivo. Superará el porcentaje necesario para entrar a la lista de Juntos, eso le dará un lugar entre los primeros cinco candidatos y, al mismo tiempo, seguramente una banca.

El Frente de Todos 

Por el lado del Frente de Todos, la lista de Santoro-Marziotta -según el CEOP- tiene una perspectiva auspiciosa. “Es innegable que están llevando adelante una buena elección -señala Bacman-. Y este valor confirma la hipótesis de que el affaire de la foto del cumpleaños en Olivos no tuvo mayor repercusión en la intención de voto. Ni tampoco en la imagen del presidente Alberto Fernández, al menos en este distrito. En este último trabajo de campo tanto Leandro Santoro como Gisela Marziotta evidencian una buena imagen positiva y aún poseen un desconocimiento que oscila entre el 25 y el 30 por ciento que, de mejorarse, los posiciona de modo óptimo de cara a las generales de noviembre”. Para la consultora, el Frente de Todos podría conseguir más del 29 por ciento de los votos, muy por encima de lo obtenido en 2017 o 2013, las últimas dos elecciones legislativas.

Las terceras fuerzas

El tercer lugar hasta el momento sería para la nómina que encabeza Milei, con la posibilidad de superar el 10 por ciento si se proyectan los indecisos. Debería mantener ese porcentaje en noviembre para acceder a una banca, algo bastante difícil porque en las generales suele haber una fuerte polarización. El punto débil de Milei es el volumen de su imagen negativa: casi el 45 por ciento opina mal o muy mal del libertario.

Al menos por ahora, la encuesta del CEOP no percibe la existencia de una fuerte corriente de ciudadanos que anuncien que no van a votar o que van a votar en blanco. El 3,5 por ciento de voto en blanco es lo que suele haber, aunque en las PASO se ha verificado que votan menos personas que en las generales. La Argentina tiene una fuertísima tradición de sufragio y parece poco probable que se repitan situaciones, como la de 2001, cuando hubo altísima abstención o voto en blanco.